El Museo Thyssen vuelve a reunir desde el próximo martes 9 de febrero y hasta el 22 de mayo en Realistas de Madrid al grupo más representativo del Realismo español del siglo XX, una troupe histórica y generacional de pintores y escultores: Amalia Avia, Francisco López, Julio López, María Moreno, Esperanza Parada, Isabel Quintanilla y el propio Antonio López. Así, López vuelve al Museo y lo hace acompañado de sus compañeros y amigos en una exposición de casi 90 obras entre óleos, esculturas, relieves y dibujos, procedentes de las colecciones de los artistas, de instituciones públicas y de colecciones privadas (sobre todo de España y Alemania).
Una de las comisarias de la exposición, María López, hija también de dos de los artistas expuestos (Antonio López y de María Moreno) defiende que este grupo representa “un núcleo de artistas que siempre han interesado y que han tenido un peso específico importante en el mundo artístico desde los 70”.
A su juicio, históricamente son piezas “fundamentales” del nuevo Realismo que se fragua a finales de los años 50, por lo que considera que esta muestra supone “un reconocimiento a un arte inspirador de gran profundidad, y de un enorme poder de sugestión relacionado con la vida y con el hombre”. “Para mi es una exposición donde se concentran emociones y el público lo va a percibir. Las gentes de su generación que les conocen vivirán recuerdos y vivencias, otros descubrirán una obra convincente e inspiradora, y la gente que los conozca ahora se encontrará con una nueva historia”, ha subrayado.
A pesar de todas las apreciaciones, según advierte el director artístico del Thyssen y también comisario de esta exposición, Guillerno Solana, ellos mismos aseguran que no pertenecen a ningún grupo artístico formal. “No se identifican mucho con la etiqueta del Realismo y dicen que no son un grupo”, ha alertado, bromeando con que Rothko también negaba ser expresionista y abstracto. Todos ellos están unidos por su amistad, por lazos familiares, por coincidencias en su formación académica (casi todos estudiaron en la Academia de Bellas Artes de San Fernando), o por su amor hacia la literatura y la música.
“Defiendo la etiqueta de Realistas en Madrid porque los Realismos existen y todos tienen algo en común, la definición general de Realismo: ‘La sensación de algo contemporáneo”, explica Solana, lamentando que lo realista se encuentre “excluido” actualmente de los museos de arte contemporáneo.
La institución madrileña ha trabajado en estrecha colaboración con los propios artistas y con los familiares de Amalia Avia y Esperanza Parada, ya fallecidas, y recorre los temas que todos ellos comparten: el bodegón, los interiores domésticos, las calles y patios, la figura humana y las vistas de Madrid.
¿POR QUE UNA MUESTRA ASI? Según ha confesado el director artístico del Thyssen, la necesidad de poner en marcha esta muestra nació en 2011 con la retrospectiva de Antonio López (la exposición más visitada de la historia del museo). En ella le hubiera gustado incluir la obra de los artistas que ahora se muestran pero “no había espacio” y la idea inicial era una monografía de Antonio López. Hasta su conformación reconoce que no ha sido fácil “meter a siete artistas” similares pero diferentes, “cada uno con su propio mundo” pero todos con algo en común: “Transmitir el espacio doméstico, la intimidad. (...) Lograr retratar el arte de los umbrales, su fascinación por pintar la transmisión entre espacios”. De hecho, valora que el ser humano esté representado en todas las obras, pero “de forma silenciosa”, donde nunca se le ve, pero sí su entorno, su casa, los teléfonos, las ventanas y puertas de la casa, las vistas desde la ciudad de Madrid. - E. Press