MADRID - Obtener tejido orgánico para la producción de moda sostenible en el Estado español es “una odisea”, según ha reconocido Paloma García López, cofundadora de la Asociación de Moda Sostenible en Madrid (AMSM). No se trata sólo de la necesidad de comprarlo en mercados exteriores sino que, además, las firmas “tienen que adquirir cantidades exorbitantes de material, lo que hace inviable la compra, a no ser que varias compañías nos pongamos de acuerdo para hacerla conjuntamente”, ha añadido. Eva García, portavoz de la Asociación de Moda Sostenible de Barcelona (AMSB), ha añadido: “No podemos comprar 10.000 metros de algodón orgánico, porque no tenemos suficiente capacidad de producción para tanto material..., a lo mejor con 50 nos basta”.

Portugal, China, Turquía, India, Burkina Faso y los países del norte de Europa son algunos de los proveedores a los que recurren las empresas estatales para adquirir la materia prima necesaria en la confección de prendas verdes. Estas empresas preferirían comprar el tejido orgánico directamente en España, en cultivos que fueran “menos invasivos y más respetuosos”, pero no existen. García López precisa que “si estos cultivos empezaran a darse en nuestro país, sería una forma de cerrar la cadena de producción” y evitar la externalización que, según ha denunciado la diseñadora, en el caso de multinacionales suele incluir “trabajo infantil y explotación”, pero en el de las pequeñas empresas sostenibles disponen de sellos oficiales, “garantía de que son ecológicos”. La adquisición de la materia prima es sólo uno de los muchos problemas para poner en marcha un negocio de moda verde, algo “muy complicado” porque implica además “educar a la gente para que sea más consciente en sus hábitos de consumo”, ha apuntado García. “Estamos acostumbrados a que se vea como normal ser poco respetuoso con el medioambiente y las personas, sin tener en cuenta el impacto que esto tenga a corto y largo plazo”, ha denunciado. Por ello, insiste García López, es necesario “enseñar la necesidad de primar el trabajo bien hecho”. El costo de una camisa ecológica oscila entre 40 y 100 euros, frente a los 4 o 5 euros que ofrecen grandes almacenes con marcas multinacionales. Efe