el modo de hacer televisión en EEUU ha marcado el desarrollo y actividad de este medio, convertido en el más poderoso por muchas zarandajas que se digan de Internet, que como medio de comunicación deja mucho que desear, expuesto al albur de lo que se difunde sin contraste ni verificación alguna bajo el lema de ‘todo vale’, con tal de estar en la red.

En las ofertas temáticas de nuestra repetitiva oferta televisual, podemos descubrir una serie (mega) llena de fuerza, atracción y excelente estilo que responde al título de Empeños y préstamos, American Jewelery and loan y que sirve como mostrador social para el personal más variopinto, estrafalario y desequilibrado de la sociedad norteamericana que desfila por sus establecimientos.

Esta franquicia comercial que se expande por todo EEUU ha producido una serie que trata de mostrar realidad y penurias de clientes que, achuchados por la existencia, tratan de vender o empeñar joyas, objetos, animales y cachivaches extravagantes en un ejercicio de toma y daca entre profesionales y público en general. Rodado con habilidad y ritmo natural, los programas muestran la dinámica veloz, agresiva y punto violenta, por ejemplo, entre un par de tipos que quieren colocar un ataúd de muchos dólares y que abandonan la tienda de Detroit descorazonados por no haber cerrado la transacción, o la historia de una abuela que quiere vender el poco oro que almacena su postiza dentadura y que fracasa en el intento. Los dueños del establecimiento, padre y dos hijos, ofrecen en cada entrega un ejercicio de psicología aplicada a la compra y préstamo, en una sociedad lastrada por pobreza y miseria. Habilidad para dominar al necesitado, conocimiento del comportamiento humano, manejo de emociones y propuesta arriesgadas son elementos comunes en la narración televisiva de un toma y daca diario.