BILBAO. Las obras fueron donadas entre 2014 y 2015 y ahora el Museo bilbaino ha organizado una exposición con las 34 piezas que había coleccionado el galerista, quien durante más de 20 años promocionó el trabajo de Nagel (Donostia, 1947) en la costa oeste de los Estados Unidos desde su negocio en California.

Tasende, propietario de la galería del mismo nombre que actualmente gestiona en la localidad californiana de La Jolla, adquirió sus obras a lo largo de las décadas de los años 80 y 90 del pasado siglo.

La muestra se compone de 16 esculturas realizadas en técnica mixta (óleo sobre poliester y fibra de vidrio) y 18 collages sobre grabados, creadas entre 1989 y 1993, que descubren al espectador al Nagel más colorista y burlesco.

La mayoría de las esculturas exhibidas en la sección del Museo dedicada al arte contemporáneo recogen referencias procedentes del mundo del cine, el cómic y la publicidad, mientras que los coloristas grabados combinan el mundo clásico de las estatuas griegas y romanas con toques de modernidad al acompañarlos con cajas de aspirinas o entradas de fútbol.

El galerista norteamericano, nacido en la plaza de Arriquibar de Bilbao, ciudad que abandono con su madre hace casi 70 años para afincarse primero en México y más tarde en California, ha recordado en la presentación de la muestra que conoció la obra de Nagel a través de Eduardo Chillida, al que también movió obra en Estados Unidos.

"En cuanto vi su obra -ha rememorado José Tasende-, me di cuenta de que estaba ante un gran artista expresionista, de lo mejor que se puede encontrar hoy en día".

"Si no tiene la dimensión que tienen Baselich o Kiefer, es porque Nagel no es alemán y eso limita mucho las posibilidades de difusión de su arte", ha lamentado.

"Por lo demás, sería tan conocido como cualquiera de los expresionistas alemanes", ha sentenciado.

Tasende ha destacado de Nagel su "indescriptible" imaginación a la hora de abordar sus obras, "que le hacía ver cosas que yo no veía aunque las tuviese delante", y eso fue lo que más le atrajo del donostiarra como artista.

El galerista norteamericano ha mantenido que Nagel "no es un artista 'comercial': él no hace ninguna concesión al público", ha subrayado, y ha reconocido que eso condiciona la promoción de su obra, aunque ha opinado que "con el tiempo, llegará a ser considerado uno de los más importantes expresionistas" del siglo XX y XXI.

Ha revelado que la obra de Nagel tuvo "un relativo éxito" en Estados Unidos, lo que le animó a quedarse una obra suya por cada una que vendía.

Ello le condujo a atesorar las 34 piezas ahora donadas al centenario Museo de su ciudad natal y algunas más que se ha quedado en propiedad, ha explicado por último.

La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, Nekane Alonso, por su parte, ha agradecido la donación de estas obras y ha destacado que el valor de las donaciones recibidas por la centenaria pinacoteca bilbaína en los últimos 15 años ha superado al coste de las obras compradas para la colección propia.

Ha concretado que si el Museo ha gastado más de 9 millones de euros desde 2000 hasta hoy en comprar obra para sus fondos propios, las donaciones recibidas tienen un valor de más 10 millones de euros.

La exposición de las 34 obras de Nagel, que completan las piezas que ya tenía el Museo bilbaino en sus fondos, permanecerá abierta al público hasta el próximo 11 de enero de 2016.