Donostia - El germen de Truman surgió cuando su director y guionista, Cesc Gay, pasó por el trauma de acompañar en su enfermedad y posterior muerte a alguien cercano. “Más por terapia que por otra cosa”, empezó a escribir diálogos y escenas sueltas creadas a partir de las reacciones de su entorno. Algunos rechazaban la enfermedad pero en otros casos se utilizaba el humor. “Todo el mundo tiene sus muertos, personas que ya no están con las que cada uno se vincula? La película igual nace del deseo de perder el miedo a ese tipo de cosas”, afirmó el director catalán, que vio la necesidad de “equilibrar” el tono de una película que mezcla drama y humor con un “tono amable”. “Ahí están todos los personajes, haciendo un poco de funambulistas”, declaró.

Para Gay, el personaje de Julián (Ricardo Darín) es un héroe, alguien que “afronta con coraje” sus últimos días en compañía de su amigo (Javier Cámara). “En ese sentido, es un héroe. Ojalá tuviera esa valentía cuando me llegue el momento”, afirmó el director, cuya idea fue compartida por Cámara. “Me llevo muchas lecciones de esta película, sobre la vida y sobre el cine”, afirmó el actor, que desveló que fue Darín quien se encargo de cuidar durante el rodaje a Troilo, el perro Truman de la película, con el que tuvo una “química especialísima”. Tanto es así que el argentino rompió a llorar y ocultó sus ojos tras las gafas de sol al recordar que el can murió hace tres meses. El animal que les ha acompañado en la promoción de Donostia es la hija de Troilo. - J.G.A.