DONOSTIA. "Perdiendo el norte" (1,6 millones de euros), "Ahora o nunca" (1,4 millones) y "Atrapa la bandera" (1,1 millones), encabezan la clasificación de las películas más taquilleras, aunque aun quedan estrenos pendientes que podrían elevar la cuota al 20 % a final de año (frente al 25 % del 2014), según cálculos de los productores.

"No queremos ser triunfalistas, pero creemos que algo está cambiando en el cine español y poco a poco los filmes encuentran su público", ha dicho Ramón Colom, presidente de Fapae, en su tradicional rueda de prensa celebrada durante el Festival de Cine de San Sebastián.

Los motivos para el optimismo los dan algunos de los 60 títulos españoles que se proyectarán durante el festival, 20 de ellos en secciones principales, como "Regresión" de Alejandro Amenábar, "Mi gran noche" de Álex de la Iglesia o "El desconocido", de Dani de la Orden, que llegarán en breve a las salas.

Y otros que no están en San Sebastián y también se estrenarán de aquí a fin de año, como la adaptación de "Palmeras en la nieve" o la esperada secuela de "8 apellidos vascos".

"Estamos viendo cómo las grandes distribuidoras se pelean por distribuir algunos filmes españoles", ha subrayado Colom.

Sin embargo, y aunque el número de rodajes se mantiene (114), el presupuesto medio sigue en 1,3 millones de euros, frente a los 3,2 millones de hace cinco años. Casi la mitad de esas producciones son documentales (52), frente a 59 filmes de ficción y tres de animación.

"La mayoría son producciones muy locales, con poco presupuesto, lo que limita su recorrido internacional. Si queremos tener más proyección es necesario acometer cambios y garantizar la financiación", ha dicho Xose Portela, vicepresidente de Fapae.

En cuanto a la recaudación total -películas españolas y extranjeras- los datos no dejan lugar a dudas, ya que ha subido un 4 %.

Los responsables de Fapae también se han referido a las conversaciones que mantienen con el Gobierno en torno a la Ley de Cine y han admitido que hay pocos avances tras el acuerdo anunciado en mayo para cambiar el modelo de financiación y sustituir, a partir de 2016, las ayudas a la amortización por subvenciones previas.

En ese contexto, Colom ha subrayado la necesidad de que esta ley tenga "un carácter general" y no afecte solo a las ayudas. "La ley pactada con el Gobierno como mucho durará dos años. Hay que adaptar la legislación a los nuevos modelos de consumo digital", ha apuntado.

Benoit Ginisty, representante de la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAPF) ha dado la perspectiva europea del problema al criticar la decisión de la Comisión Europea, adoptada en mayo pasado, sobre el mercado único digital.

"El sector audiovisual europeo se enfrenta a una amenaza histórica en su modelo de producción y distribución", ha advertido, en referencia a la eliminación del principio de territorialidad en la venta de los derechos de las películas.

Con estos cambios, en lugar de vender los derechos país por país, los productores deben encontrar un comprador global para toda la UE. "Muchas películas que ahora se distribuyen en algunos territorios, no se venderán. Es un mundo que van a controlar Netflix, Amazon, Google y los fondos de inversión luxemburgueses", ha dicho Colom.

"El sector requiere libertad contractual y comercial en el futuro para garantizar una mejor financiación y distribución", ha insistido Ginisty. "Invitamos al Gobierno español a defender esta libertad ante la UE, como ya hicieron alemanes, británicos y franceses".

Sobre la llegada de Netflix a España en octubre, Colom criticó que, mientras en países como Francia al gigante de la televisión de pago se le han puesto condiciones de inversión en obras francesas, "en España no hay nada previsto por el Gobierno".

"Necesitamos que el Gobierno nos escuche. Sabemos que es mal momento con las elecciones en dos meses, pero necesitamos hacerlo porque los derechos de autor en la UE son la piedra angular de la economía digital. Generan siete millones de puestos de trabajo y 509.000 millones de euros al PIB europeo", ha recordado.

"Nuestro grito de guerra es: los contenidos son el rey y los medios la reina. En España hasta ahora solo se ha tenido en cuenta a la reina, pero si damos importancia a uno y no a los dos, flaco favor haremos a la industria", ha rematado.