venecia - Johnny Depp presentó ayer en Venecia el filme Black Mass, que versa sobre el histórico criminal James Whitey Bulger, cuyo comportamiento tenía “algo de poético”, en palabras del actor, que destacó su vertiente familiar en contraposición con sus brutales delitos. “Nadie se considera a sí mismo como el diablo”, afirmó Depp sobre sus diversas interpretaciones de personajes malvados. “Encontré el diablo en mí mismo hace mucho tiempo, lo acepté y somos buenos amigos”, dijo sonriente el actor en una rueda de prensa donde presentó el filme, que se proyecta fuera de la competición oficial, junto al director Scott Cooper y los actores Joel Edgerton y Dakota Johnson.
Una cinta que se centra en los años 70 y 80, cuando Bulger colaboró como informante del FBI para poder controlar el sur de Boston, mientras su hermano William se dedicaba a la política y llegaba a ser senador. “Hay algo poético sobre cómo era capaz de comportarse en su trabajo y al mismo tiempo estar orgulloso de su origen irlandés y ser leal con su vecindario, además de estar muy cerca de su hermano”, explicó Depp, uno de los artistas más esperados de esta edición de la Mostra. Depp trató de acercarse a su personaje “solo como ser humano”, porque, agregó, “nadie se levanta por la mañana, va a lavarse los dientes, se mira al espejo y dice soy el diablo”.
Un personaje real como lo era también John Dillinger, otro criminal al que interpretó en Enemigos públicos (2009). “Cuando ahondas en un personaje como ese, intentas hacerlo de manera justa y por eso traté de reunirme con Bulger, pero declinó amablemente”, añadió. - A. G. de Francisco