madrid- El jugador del Rayo Vallecano Antonio Amaya, de 32 años, pasó ayer a disposición judicial después de ser detenido el martes por la Guardia Civil cuando circulaba a 234 kilómetros hora en la M-301, en Madrid, en una zona de velocidad limitada a 100 kilómetros por hora. El radar estaba instalado en el kilómetro 3,500 de la M-303 cerca de San Martín de la Vega. Amaya se enfrenta a una posible pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en cualquier caso a la privación del permiso de conducir de 1 a 4 años
El Rayo Vallecano matiza que el jugador nunca estuvo detenido y que solo fue multado por una infracción de tráfico. La entidad no tomará ninguna medida contra él al ser un hecho que pertenece a su vida privada- Efe