Vitoria - Vibráfono, acordeón y arpa han sido los tres instrumentos líderes de esta última edición del Jazz del Siglo XXI sin olvidar la presentación de una nueva big band de marcado carácter pedagógico. Sin duda, todos ellos han construido un año diferente en un Principal que, eso sí, para la despedida va a contar con un formato más, por así decirlo, clásico, un trío de saxo, batería y bajo. Eso sí, James Brandon Lewis es sabia nueva, un hombre sobre el que hay muchas miradas y esperanzas puestas. Si hasta Sonny Rollins le ha puesto por las nubes, por algo será.
Para no perder las buenas costumbres de esta semana, el escenario de la calle San Prudencio se citará con el público a partir de las 18.00 horas, estando las entradas a la venta por 15 euros. Ahí estará el saxofonista acompañado por Luke Stewart al bajo y Warren Crudup a la batería.
Como muchos otros, el camino musical del norteamericano, que ahora ronda los 32 años, empezó hace ya un tiempo, curtiéndose en distintas formaciones hasta que hace cinco años consiguió sacar su primer disco como líder, una tarjeta de presentación (Moments) apreciada por la crítica que tuvo su continuación en 2014 con el lanzamiento de Divine travels.
Sus directos (dicen que más enérgicos que su labor en el estudio) y estos dos álbumes le han servido en este lustro para ser colocado por todos aquellos que están buscando a las nuevas leyendas del jazz como locos por hacer negocio y titulares como una de esas jóvenes promesas que se van a comer el mundo con su mera presencia. Tampoco hay que exagerar. Lo bueno es dejarles tiempo y espacio.
De momento, James Brandon Lewis ha puesto sobre la mesa unas credenciales apreciables. Sólo con el saxo tenor está llamando la puerta pero antes de sentarle a la mesa con todos los honores, mejor conocerle. Por Madrid ya ha pasado conquistando a unos cuantos. Hoy le toca a Gasteiz.