Quién te ha visto y quién te ve” es lo que se le podría decir a Loewe, firma que en su renovación ha abierto la puerta al arte pop, como mostró el viernes en una Semana de la Moda Masculina de París en la que Maison Margiela prefirió mantener la cautela.
“Mientras siga funcionando, vamos a seguir echando leña al fuego”, advirtió el director creativo de Loewe, Jonathan Anderson, quien desde septiembre de 2013 capitanea un barco que ansía atraer a la clientela juvenil, sin por ello renunciar a la tradicional.
En la próxima primavera-verano, la casa fundada en Madrid en 1846 se llenará de referencias a la animación nipona, a la de Disney y a la ciencia ficción, desde platillos volantes a robots tipo Mazinger Z. Con esta colección “divertida e ingenua” de siluetas de “superhéroes, rinde también homenaje a Japón, un país que le sirve de inspiración y que además representa uno de los tres mayores mercados de Loewe.
Las fotos promocionales, en las que los modelos imitan poses de artes marciales, han sido tomadas en la plaza de toros de Aranjuez (Madrid), en un guiño que pretende “unir a Bruce Lee con las corridas”.
Anderson imprimió viñetas manga en sus chaquetas largas y en sus pantalones anchos , estampó una imagen de Goofy en una sudadera y unió en un traje de seda tipo pijama a una princesa y a un dragón. “Volver a la infancia siempre es una inspiración”, confesó el diseñador. Anderson supo llevar este universo popular al lujo de su showroom del sexto distrito de París. Prueba de esta confluencia fueron los bolsos “puzzle” que integraron tanto piel de cocodrilo como lona.
La firma Maison Margiela midió sus puntadas para presentar una temporada estival que supo aunar tradicionales y elegantes trajes de chaqueta con prendas en plena proceso de construcción... o deconstrucción.
Junto a las vías de un antiguo depósito de trenes del norte de París, ahora reconvertido en un local en auge llamado Ground Control, desfilaron tops semitransparentes sólo recubiertos por trozos de imágenes desgarradas, como los carteles de papel de las calles.
El colectivo anónimo que ha estado al frente de la casa desde la salida en 2009 del fundador ha firmado esta colección a la espera de que la experimentación en la línea Artesanal de Alta Costura del nuevo director creativo, John Galliano acabe impregnando los diseños para hombre, según explicaron fuentes de la compañía. Los trajes en glitter de destellos plata o bronce fueron las llamaradas de atención de una pasarela que convirtió las cazadoras rockeras de cuero en fajín o en chaleco. Los abrigos largos, mezcla de gabardina y de chaqueta americana, marcaron el ritmo de un desfile que sólo dejó al azul Klein y a los tonos tierra y rojizos sobresalir sobre la parca paleta, salpicada por algunas tachuelas.
verano deportivo Sin miedo a un mercurio que superaba los treinta grados, la firma francesa Melinda Gloss congregó al mundo de la moda en plena plaza Valois para presentar unas prendas inspiradas en los años setenta y ochenta. “Partimos de la idea de un día en el club de playa”, aseguró Rémi de Laquintane, quien con Mathieu de Ménonville ostenta la dirección creativa de esta firma. Pantalones de chándal por un lado, y americanas de doble botonadura por otro, fueron algunas de las propuestas, que se declinaron en colores como el “frambuesa, arándano, índigo o naranja”.
El modisto italiano Ricardo Tisci imprimió el rostro de Cristo en las prendas para hombre de Givenchy que desfilaron en una pasarela que integró algunos conjuntos de alta costura para mujer, como el que portó la modelo Naomi Campbell, formado casi exclusivamente por una americana. Las estrellas, las rayas y los cuadros recorrieron un verano deportivo para el varón, de camisetas holgadas de manga corta e incluso de faldas, que también abrió la puerta a los trajes de chaqueta.