Madrid - Antes de la presentación del anuncio para la marca San Miguel, el cineasta que pulverizó récords con Lo imposible, habló ayer de sus próximos proyectos cinematográficos, del idilio del cine y la publicidad y de las políticas de apoyo al cine en España, que considera “un desastre”. “El cine español siempre ha hecho lo que ha podido, no lo que ha querido. Y en esa dialéctica nos encontramos. La política de desgravaciones fiscales es un desastre, porque nos condena a seguir siendo pequeños, cuando España podría ser una gran potencia mundial”, subrayó.

¿En qué fase se encuentra ahora mismo ‘Un monstruo viene a verme’, su próxima película?

-Estamos en fase de postproducción, en un mes y medio empezaremos el sonido. Es una película muy compleja por la postproducción, ya que la creación del monstruo (Liam Neeson) que conlleva un gran desarrollo técnico, pero estamos muy contentos porque es una película muy especial y muy personal.

Dos de los directores españoles más internacionales, Alejandro Amenábar y usted, han coincidido en las mismas semanas promocionando distintos spots de cerveza que habéis dirigido. ¿Son el cine y la cerveza aliados naturales?

-Mi relación con Alejandro es muy buena, con él siempre hay una cerveza de por medio (ríe). Cuando me enteré de esta coincidencia le llamé y quedamos, fue muy gracioso.

Hasta hace unos años era raro en España este idilio entre cine y publicidad.

-En general es poco habitual porque son disciplinas muy diferentes, pero por otro lado siempre se ha hecho. Cuando era pequeño, me encantaba ver los anuncios de David Lynch. Eran pequeñas piezas que llevaban el sello del autor. Intentamos hacer lo mismo, salvando las distancias.

La de ‘World War Z’ será su primera secuela de Hollywood. ¿Se siente cómodo en ese terreno? ¿Qué puede avanzar del guión?

-Ahora mismo estamos aún definiendo las directrices básicas del guión. Es pronto para hablar. Pero me siento muy bien. Estoy en esto con mi socia Belén Atienza y tenemos muy buena relación con la productora de Brad Pitt y con el guionista, Steve Knight. Tenemos intención de hacer algo que deje un poquito de nuestra huella a la saga.

¿No le preocupa, al trabajar con presupuestos tan grandes, tener las manos atadas?

-Cuando entras en una producción así tienes que ser consciente de donde entras. A más presupuesto, más complicado es moverse. Pero llevamos mucho tiempo hablando con la productora de Brad Pitt y tenemos intereses comunes y un mismo objetivo, que nunca es el dinero que se va a recaudar, sino aportar algo a la historia, que lo creativo esté por encima. Estoy tranquilo en ese sentido.

En estos años ha estado muy presente en el debate sobre las políticas cinematográficas en España. ¿Cree que el cine español ha peleado suficientemente por lo suyo?

-El cine español siempre ha hecho lo que ha podido, no lo que ha querido. Y en esa dialéctica nos encontramos. La política de desgravaciones fiscales es un desastre porque nos castiga a seguir haciendo producciones pequeñas cuando España podría ser una gran potencia mundial.

¿Cuál es el problema?

-Hay mucho miedo a que nos quiten lo poco que tenemos y ese miedo nos hace ser más pequeños de lo que somos todavía. Es el Gobierno, pero también nosotros tenemos esa filosofía de que van a venir los americanos a quitarnos lo poco que tenemos. Y no es cierto, las grandes producciones internacionales pueden convivir perfectamente con las nacionales.

Hay ejemplos en otros países.

-El ejemplo más cercano lo tenemos en Francia, que acaba de aumentar el límite de devolución de las desgravaciones de 25 a 30 millones de euros. Nosotros lo tenemos en 3 -2,5 para producciones extranjeras-. Con eso no vamos a tener acceso a películas que pasen de 10 o 15 millones, y eso nos condena a ser pequeños.