Hace un par de días se presentó al público la publicación que recoge la iniciativa Inmersiones 2014. Siete Inmersiones. Siete años han pasado desde el primero, en 2008, ideado como actividad inicial del Proyecto Amarika. Un proyecto gestionado por el colectivo abierto de artistas: Asamblea Amarika. Dicha asamblea se encargó durante casi cuatro años de la programación de tres salas expositivas de la Diputación de Álava. En una de ellas, la sala Amárica -un espacio emblemático para el ámbito cultural de la ciudad cerrado cinco años atrás y que, ahora, era recuperado de nuevo para el arte- tuvo lugar el primer congreso de artistas.

Izaskun Álvarez, que había participado como artista el año anterior, comisarió el Inmersiones de 2009, pues una de las señas de identidad de este proyecto era ésa: que se diera un relevo de batuta en cada edición. Además del congreso de artistas y de la exposición de dosieres, se programó un taller sobre arte y paisajismo. Y en esta edición tuvo lugar el Tour Inmersiones: embajada cultural del Proyecto Amarika que servía de presentación exterior -museos, centros de arte?- de Inmersiones.

Inmersiones 2010 fue comisariado por Rubén Díaz de Corcuera e incorporó al congreso y a la muestra de dosieres un área de talleres: Atmósfera Crítica.

Con Inmersiones 2011, el formato será a partir de ahora temático. El contenido a tratar escogido en esta ocasión fue eco-cultura. Y también se incluyó otra novedad: todas las actividades fueron generadas por un grupo motor constituido por una serie de creadores. El cierre de esta edición supuso también la bajada de persiana del Proyecto Amarika, pues la Diputación Foral de Álava dio unilateralmente por finiquitada la relación con la asamblea. Es más: este Inmersiones se sufragó gracias a las ayudas del Gobierno Vasco. Unas ayudas, que -sumadas a otras puntuales como Eremuak, el Ayuntamiento de Gasteiz y Gauekoak- a partir de este momento, posibilitarán el desarrollo de las siguientes ediciones.

Inmersiones de 2012 se bautizó como Pakea Utzi Artea. Se eligió un lugar fuera de las instituciones públicas: Espacio Berakah. Al congreso y exposición de dosieres se le sumó un programa del desaparecido Proyecto Amarika denominado Hospitalarios: varios artistas ocupan un espacio para recibir al público durante unos días y mostrarle de manera cercana sus proyectos.

La sexta edición de Inmersiones, la de 2013, se dedicó al tema anti-dinero. El congreso y una actividad específica (La Gran subasta de arte anti-dinero) tuvo lugar en Ortzai Teatro. El dinero conseguido en la subasta fue encapsulado en un recipiente estanco y depositado en Artium como una obra de arte colectiva.

Y de la séptima, la de 2014, la información sobre ella la recoge el catálogo que se presentó el otro día y que en Vitoria se puede conseguir en Zuloa. ¿De qué tratará el octavo Inmersiones, el del este año? Nadie lo sabe, pues la incertidumbre -temática, económica?- forma parte del ADN de Inmersiones.