Málaga - Cantera habitual de nuevos cineastas, el Festival de Málaga dio ayer la alternativa a dos directores noveles con dos propuestas de muy distinto tono: Leticia Dolera con la comedia Requisitos para ser una persona normal y Francisco Espada con El país del miedo, una intriga.
Dolera empezó a escribir el guión de Requisitos para ser una persona normal, su primer largometraje, inspirada en esa sensación que cualquiera ha tenido de ser diferente a los demás. “En teoría no está de moda ser normal, pero la sociedad envía permanentemente mensajes sobre la supuesta normalidad, qué talla hay que tener, qué tipo de ropa llevar, a qué trabajo se debe aspirar o qué pareja se debe desear”, afirmó la directora barcelonesa.
“Quiero contar que lo mejor a lo que podemos aspirar es a ser nosotros mismos, que no deberíamos tener ninguna lista de requisitos, sino que nos la tenemos que inventar cada día, improvisarla, porque lo que nos hace diferentes nos hace únicos y especiales”, destacó.
Por su parte, el extremeño Francisco Espada adapta en El país del miedo la novela homónima de Isaac Rosa, y da el salto al largometraje con una intriga social sobre los miedos cotidianos y las distintas formas de reaccionar frente a ellos. Pese a que la historia arranca de una situación de acoso escolar, Espada señaló que éste no es el tema principal de la película, sino “una reflexión más profunda sobre cómo el miedo condiciona las reacciones y comportamientos en la sociedad”.
“Es una metáfora de la sociedad violenta en la que vivimos, con comportamientos poco empáticos en una sociedad tan competitiva en la que prima ser el ganador ante otras cosas, y lo que hace eso es generar frustraciones”, explicó Espada. - Efe