madrid- Si por algo se va a caracterizar la 34ª edición de Arco, la feria de arte contemporáneo más importante del Estado y que ayer abrió sus puertas a los críticos y comisarios de arte, es por el optimismo de los galeristas que han apostado acudiendo con piezas importantes, lo que muestra que, después de tocar fondo, se ha iniciado la remontada. Y todo ello gracias a obras de “gran calidad”, “muy potentes” e “interesantes”, según consideraban los coleccionistas y responsables de fundaciones y museos que paseaban por los pasillos de Ifema.

La decisión de traer piezas fundamentales responde a la confianza que da a los galeristas esta cita con el arte, junto al fundamental empuje que ha tenido el hecho que Colombia sea el país invitado de honor, lo que ha atraído a muchos coleccionistas latinoamericanos y a más de 300 comisarios invitados. Además, un total de diez galerías pertenecientes a #ArcoColombia representan al país en esta edición y en cada una de ellas puede verse la obra de dos artistas.

La veterana Helga de Alvear, galerista y coleccionista siempre fiel a la feria, afirmó que “ARCO cada vez está mejor”. “Mira que es difícil pero Carlos Urroz ha conseguido sacar la feria del hoyo”, subrayó. En su opinión, “a lo largo de la historia del certamen se ha querido dar especial importancia a la presencia y el trabajo con América del Sur y por fin se está consiguiendo tender el puente”. Pese al optimismo reinante, la galerista cree que la crisis del sector no pasará mientras se mantenga un IVA del 21% que impide competir con los stands europeos.

las obras más llamativas En un paseo por las instalaciones, una de las obras que previsiblemente se convertirá en las más fotografiadas es la del artista salmantino Enrique Marty que se exhibe como pieza única en Deweer Gallery y que muestra una instalación formada por hombres y mujeres desnudos, con sus cuerpos tatuados y portando machetes. También destaca la de la sevillana Pilar Albarracín en la Galería Javier López, que cuesta 38.000 euros y consiste en una gran mandala formada por bragas rojas que amigas, galeristas y artistas han regalado a esta creadora para hablar de la conexión entre el microcosmos y el mundo exterior.

Y para ver noticias de diarios de gran tirada en cuyas imágenes aparecen desnudos el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, o el exministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, hay que acercarse a Juana de Aizpuru, donde se exhibe la serie formada por doce obras El traje del emperador, de la artista peruana Sandra Gamarra, quien también ha desnudado al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Ignacio Wert, acompañado por José María Lasalle, secretario de Estado de Cultura, además de a Obama y otros políticos internacionales. El precio de la serie completa es de 28.000 euros.

millones de euros. Jean Michel Basquiat está llamado a convertirse en uno de los artistas más cotizados en la 34ª edición de Arco. Su obra de 1985 titulada Quij se vende en la galería Elvira González por 2,5 millones de euros. En este mismo espacio se puede contemplar la escultura Locmariaguer de Eduardo Chillida, fechada en 1989, a un precio de 1,7 millones de euros, u obras de Miquel Barceló en torno a los 350.000 euros. Otra de las piezas de mayor valor se encuentra en la galería Leandro Navarro: se trata de Nature morte, de Pablo Picasso, que puede adquirirse por 1,4 millones de euros.

La galerista y coleccionista, fiel a Arco, cree que la feria “ha salido del hoyo” y “cada vez está mejor”.