Hay circunstancias que se escapan de las manos, que no tienen forma de ser controladas. Por eso, a veces, es mejor dejar que las cosas sigan su curso. Su momento ya llegará. Nunca es tarde. Eso le ha pasado a este 440 Therzios, que fue grabado en agosto de 2013 pero que es ahora cuando ha visto la luz. Se trata del tercer disco del trío gasteiztarra La Doggy Party, que por el camino también ha vivido sus propios cambios ya que a Oihanis Joplin (guitarra y voz) y Álvaro Fernández (bajo, que en su día tomó el relevo del desaparecido Aitornillo) se les ha unido Unai Perales (batería).
Temas como Sin dueño o Sabor del vicio conforman un trabajo que se puede conseguir tanto en su versión digital (vía bandcamp.com) como en su formato físico a través de varios bares de la capital alavesa o solicitándolo en DDT Banaketak. “En este disco, la gente se va a encontrar una Doggy Party que, en el momento en el que hicimos la grabación, estaba en un momento muy bonito en cuanto a encontrarnos en las composiciones. Hay canciones, por así decirlo, más dulces y melódicas, aunque igual quien las escuche no está de acuerdo conmigo, hasta temas más oscuros y duros, más cañeros”, explica Joplin.
Como ha hecho en otras ocasiones y con otros grupos, la sala Jimmy Jazz fue el estudio de grabación donde se registraron los cinco temas. Detrás de la mesa el grupo volvió a contar con Koldo Sagastume como ya sucediera en Antes del Amanecer, el anterior disco de la banda. Eso sí, a diferencia de esa experiencia de 2012, esta vez el proceso se hizo de tal manera que “casi tocamos en directo y la verdad es que eso se nota en el resultado final porque se percibe más contundencia en el sonido”, apunta la cantante y guitarrista gasteiztarra.
Eso sí, el trío no estuvo solo. Al EP también sumaron sus aportaciones Ángel de Rockaina y Txus de Arenna y Dr. Sax. Además, para la letra de una de las canciones se contó con la colaboración de Asier de Viva Bazooka, grupo que también ha ayudado a la edición del disco a través de su sello Bazooka Records.
Un trabajo, por cierto, con un título singular. Existe una historia bastante extendida por Internet pero sin base real que cuenta que a mediados de los años 30 del siglo pasado, el régimen nazi estableció los 440 Hz como la nota La, cuando en realidad debería estar en los 432 Hz. Es decir, que Hitler “nos cambió la tonalidad del mundo para que todos estuviésemos en desarmonía”, un cuento que “personalmente me hizo muchísima gracia”, sobre todo porque “cuando nos ponemos a componer, Álvaro es muy del La y quisimos unir esas dos cuestiones y hacer un juego con los therzios porque somos tres”.
En lo que se refiere a los conciertos, la cita de presentación del EP que la Doggy fija como “oficial” se producirá el próximo 8 de marzo en la sala Ibu Hots compartiendo cartel con los andaluces Lagartija Nick, “que para mí son Dios”. Además, se podrán escuchar algunos temas nuevos.
Para el futuro, Joplin cuenta que, como hay composiciones recientes y el trabajo con Sagastume da los resultados deseados, este verano la Doggy Party volverá a grabar, “aunque ojalá no tengamos que esperar tanto para tener las copias en la mano”, ríe.