BILBAO - Los promotores y los responsables de las salas de Euskadi que ofrecen conciertos participarán en la campaña Un día sin música, que se celebrará en todo el Estado el próximo 20 de mayo y que dejará los escenarios sin música en directo durante toda una jornada, para protestar contra el ivazo cultural del 21% vigente, el más alto de toda Europa. Las asociaciones llaman también a la ciudadanía a “apagar la música para que en el futuro pueda sonar”, ya que el impuesto ha provocado “un descenso de casi el 30%” en las recaudaciones y asistencia a conciertos. “Es hora de que se nos oiga”, aseguran.
El 20 de mayo no habrá conciertos de música en Euskadi. Ni en ninguna sala importante del Estado. El hartazgo contra el IVA cultural del Gobierno Rajoy del 21% es tal que promotores de conciertos y responsables de las salas han decidido lanzar la campaña Un día sin música, para que “todas las fuerzas sociales, particulares y empresas alcen su voz pidiendo un impuesto justo y razonable para la música”.
El objetivo de los convocantes, incluida la Asociación de Promotores Musicales (APM), principal representante de la música en vivo en el Estado, es “lograr una reducción inmediata y significativa del IVA al 4%”. Actualmente, el impuesto es del 13% en Portugal, segundo país en el ranking continental tras España, mientras que en países como Italia y Finlandia es del 10%; 9% en Irlanda; 7% en Alemania; 6% en Holanda y Bélgica, y 5,5% en Francia.
En el caso de Euskadi, convocan la jornada de protesta la Asociación de la Industria Musical Vasca (MIE) y la Asociación de Salas Privadas de Música en Directo de Euskal Herria (Kultura Live), que agrupan a “en torno al 90% de los impulsores de conciertos, incluidos los que se realizan en salas como el bilbaino Kafe Antzokia o el Helldorado y la Jimmy Jazz gasteiztarras, así como a sellos como Elkar y Baga-Biga, promotoras como Get in, KAP y Serrano Producciones, y músicos como Su ta Gar. “Ya es hora de que se nos oiga y se valore nuestro trabajo”, explicó Amaia Ispizua, de MIE. “Somos un sector importante de la economía, aunque el Gobierno piense que la cultura es un artículo de lujo”, lamentó.
A pesar de la complejidad de la medida adoptada, que cobra más valor al provenir de “un sector desunido y con diversas plataformas”, según reconocieron los convocantes, la protesta resulta imprescindible porque después de más de dos años de IVA del 21% “se está destruyendo la industria musical”, según Christophe Cassan, de APM. “La facturación cayó en 59 millones de euros en 2013, un 28,30%, y en 2014 se espera que se sitúe entre el 20 y el 30%, a pesar de lograr una leve mejoría. Eso implica pérdida de empresas y de puestos de trabajo, así como dificultades en el turismo cultural que provocan los grandes conciertos. Con tal IVA, se es menos competitivo”, apostilló.