Con la cámara del móvil en la mano, ayer más de uno pasó unas cuantas horas frente a la Catedral Santa María. Había llegado el momento de iniciar la operación para subir hasta parte del tejado del templo gótico las tres cubiertas de 51 toneladas que deben proteger a partir de ahora las capillas de la cabecera, en concreto de la girola y del transepto, mientras se actúa allí para solventar los problemas de goteras que sufre el edificio.
Como ya adelantó DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA a principios del pasado mes de diciembre, la intención de la fundación que se encarga de la recuperación de la Catedral pasa por dar a estas cubiertas una doble utilidad. Por un lado, proteger de las inclemencias meteorológicas a los operarios que van a tener que trabajar en esta parte del edificio para recuperar los tejados y solucionar los problemas de humedades, unas labores que se van a ir realizando en función de las disponibilidades económicas (además, ahora es más urgente, por ejemplo, dirigir los esfuerzos a las cubiertas bajas de las capillas).
Por otro, aprovechar para darle un nuevo aliciente al programa Abierto por Obras ya que, esté en marcha o no el proceso de restauración, se podrán establecer nuevos itinerarios aprovechando que en el triforio hay unos accesos fáciles a las partes bajas de esas cubiertas, es decir, se podría llegar a desmontarlas, que los visitantes vieran cómo está construida la Catedral, las bóvedas góticas y cómo luego se va a completar un tejado definitivo.
De todas formas, tanto las labores de restauración como la posibilidad de establecer nuevos itinerarios llegarán en el futuro, sea más o menos inmediato. La actualidad viene marcada por el proceso de traslado e instalación de estas cubiertas. La estructura es una parte de la que durante una década ha estado instalada en la plaza Santa María. En concreto, se están reutilizando 610 metros cuadrados (el resto se ha trasladado al parque de servicios de la Diputación) para cuyo cambio de ubicación se ha tenido que recurrir a una grúa de grandes dimensiones (en concreto, una Demag AC 350 de 350 toneladas).
Como es evidente, no se está llevando a cabo todo el trabajo a la vez sino que el proceso para trasladar las cubiertas de 26, 11,2 y 14,4 toneladas cada una está previsto que termine hoy, siempre y cuando las condiciones climatológicas lo permitan. Para evitar que el tejado soporte más peso, las cubiertas están siendo atornilladas sobre pilares de metal, que son los que van a soportar el peso de este nuevo elemento.
En estas labores están tomando parte una veintena de operarios, aunque desde hace ya tiempo la Fundación Catedral Santa María viene trabajando con los implicados en la operación para diseñar cada detalle del proceso. Y es que no ha sido fácil encontrar soluciones a cuestiones como el acceso de la grúa al Casco Viejo, por citar un ejemplo. Ahora, sólo queda terminar las labores y dejar completada la txapela.