En junio del año pasado se comunicó de manera oficial que Fonta abandonada la banda alavesa Kaotiko. “Las relaciones se desgastan y desgastan, así que era el momento”, dice el también ex de Kaos Etíliko. Pero entre las manos no faltaban los proyectos y aunque no esperaba que Frenetik llegase a ser “algo tan importante como es ahora”, en pocos meses ha conformado esta nueva formación nacida desde Agurain, tierra más que fértil para la música.
En esa búsqueda de otros horizontes se cruzó Unai Olalde, miembro del trío Eratu, “empezamos a componer, nos gustó lo que estaba saliendo” y a partir de ese momento no hubo marcha atrás. Sólo quedó sumar al proyecto a Eneko Larrañaga (ex de No Relax) y Xabi Seco (ex de Hesian). Ellos son los cuatro mimbres esenciales de una formación que ayer puso de largo su primer trabajo discográfico, un larga duración titulado Guillotina, “que es por donde habría que pasar a más de uno, aunque suene crudo”, apunta Olalde.
Eso sí, la rueda no para. Además, Fonta reconoce que hace demasiado tiempo que no se sube a un escenario y eso le pena. Así que tras la salida del vídeoclip del primer tema de adelanto del álbum, Mi mansión, y la publicación, a través de Maldito Records, del CD, toca meterse en la furgoneta y tirar de carretera. Claro que la primera parada será en Agurain (en el Txopper Klub) el 6 de marzo. Después llegarán Alsasua, Madrid, Andoain, Logroño, Bilbao y Donostia, sumándose también, el 22 de mayo, la gasteiztarra sala Ibu Hots.
Ha llegado el momento, por tanto, de entregar la tarjeta de presentación, de dejarse llevar por un hardcore melódico que arropa a letras “sin pelos en la lengua”, todo ello conformando un grupo “directo y reivindicativo porque la vida está como ésta, es decir, como el culo”.
Ante la situación de “esclavitud social”, la docena de temas que componen el álbum quieren ser un “puñetazo en la mesa” para “estamos hartos de esta mierda”, aunque Frenetik también deja abierto algún hueco para desengrasar. Urna de cristal, Perros, Los gritos de la calle o Esnatu son algunos de los cortes que componen un trabajo grabado en los estudios Itxura de Alsasua (Navarra) entre noviembre y diciembre del año pasado con Fonta y Fran Pérez a los mandos. Txiki (Gatillazo), Gindi (Distorsión Tóxica), Imanol (Lionhead) y Javi (Psikotropik) colaboran también.
“La verdad es que al principio de toda esta historia no pensaba que iba a terminar en algo tan serio. Me siento orgulloso de lo que estamos haciendo y seguramente por eso no tengo la sensación de estar metiéndome en ningún berenjenal”, describe Fonta sobre esta nueva aventura musical después de dos décadas sobre las tablas.
De hecho, ese empuje se quiere trasmitir también a los directos, a unos conciertos que se quieren hacer de una hora más o menos, presentando el disco en su totalidad e incluyendo tal vez alguna versión. El objetivo ahora es dar a conocer a Frenetik, una banda bautizada de esta forma porque, como dice Fonta, “cada día estoy más frenético; de hecho, hasta he dejado de ver la televisión porque si no, no vivo tranquilo”, bromea.