Música. Teatro. Danza. Humor. Una historia. Sin palabras. Donde las palabras son la música, y el cuerpo, y un gesto. Una historia muda, pero llena de emoción. Ana Hernández, Mayte Olmedillo y Lila Horovitz son el corazón de The Funamviolistas, las artífices de esta obra que combina sobre las tablas un amplio abanico de disciplinas artísticas. La pieza tiene como eje central la música, una banda sonora que “está al servicio de las escenas, fluye según lo que van pidiendo las distintas emociones que se generan o los distintos caracteres de las protagonistas”, explica la contrabajista Lila Horovitz, a la que esta tarde acompañarán en escena Hernández, violinista, y Olmedillo, violista. Será en el Principal para abrir el ciclo familiar de la programación invierno-primavera.

Cuando se alza el telón, las tres se presentan como unas músicas que, con la única compañía de una carta de despido y una maleta, se encuentran de forma casual frente al banco de un parque; un cruce de destinos que será determinante en sus vidas y que constituirá el punto de partida para la construcción de un proyecto común, tejido nota a nota, gesto a gesto, sin necesidad de recurrir a las palabras.

“La obra está enmarcada en una difícil situación laboral, por desgracia muy común actualmente, pero también tiene el componente atemporal de ser una situación de crisis o de ruptura, de no saber qué hacer, de encontrarse a sí mismo y encontrar a otra persona a quien le puede pasar lo mismo. Es decir, reconocerse en los otros a uno mismo”, explica Horovitz.

un camino inexplorado Reinventarse para hacer frente a lo que viene. Al fin y al cabo, de eso trata la obra. Algo que también hicieron las tres intérpretes, ya que, tras sufrir una experiencia similar, decidieron “lanzarse a la piscina de cabeza” y embarcarse en este proyecto artístico integral. “Debido a esta situación que nos tocó vivir, vimos que éramos capaces de hacer algo que tuviera que ver con las distintas disciplinas que conocíamos y con las que habíamos coqueteado cuando éramos pequeñas, como la danza o el teatro. Llegó un momento en que las tres nos dimos cuenta de que no había vuelta atrás, ya no queríamos ser músicas y nada más”, rememora la contrabajista.

Siendo conscientes de que “era un camino de mucho riesgo”, decidieron apostar por él, por “ese lado inexplorado”: “Los caminos por recorrer tienen su parte buena y su parte mala; la mala es que no se sabe cómo se hace y la buena es que está todo por hacer. Nosotras hemos cogido ese camino que ninguna conocíamos, pero en el que habíamos experimentado un poco”, apuntan al llegar al Euskadi.

Tras un encuentro con el director Rafael Ruiz, la compañía recurrió a la fórmula de la financiación colectiva o crowdfunding, y gracias a la aportación de 113 mecenas el espectáculo dio sus primeros pasos el 23 de febrero de 2013, en el Centro Cultural Paco Rabal (Madrid). Desde entonces, The Funamviolistas ha pisado con paso firme numerosos teatros de todo el Estado, además de varias salas europeas y otras tantas al otro lado del charco.

Una andadura que cuenta con más de 80 representaciones a sus espaldas en las que “la función ha ido evolucionando”, y en la que también han visto recompensado su esfuerzo con numerosos premios como el Talent Madrid 2013 al Mejor Espectáculo Musical, el Premio al Mejor Espectáculo de Sala en la XVI Feria de Teatro de Castilla y León y el prestigioso Max al Mejor Espectáculo Revelación 2014. “Estamos recibiéndolos con mucha alegría; y en el caso del Max, nosotras que somos una compañía nueva, es muy importante porque se ve que se puede llegar a ese premio tan potente. Si ya veníamos con esa tesitura de que hay que reinventarse y pensar en lo que uno puede hacer, el conseguir ese premio fue como comprobar que esto es posible”. Según cuenta Horovitz, los responsables fueron el “boca a boca” y “el revuelo que armó por los pueblos de España”, ya que el espectáculo ni siquiera llegó a estrenarse en la capital madrileña.

nuevas fórmulas Tras recalar el viernes en Bilbao, la compañía llega hoy a partir de las 18.00 horas a un Principal que está sin entradas desde hace días. “Ya hemos estado antes en Basauri y el público vasco siempre nos ha tratado muy bien, es gente muy efusiva y además tenemos muchos amigos aquí”, cuenta una ilusionada Horovitz, que espera que el público se divierta con el espectáculo.

En “un mundo que está cambiando a pasos agigantados”, la contrabajista afirma que buscar nuevas fórmulas artísticas es más necesario que nunca: “No hay fórmulas y, si en algún momento las hubo, ya no sirven. En general, los artistas y músicos vamos buscando siempre caminos que nos representen y que salgan de nuestro interior. En la situación actual creo que la única forma de triunfar, siempre entendiendo de la mejor manera la palabra triunfo, es siguiendo los dictados del interior, y eso supone tener que reinventarse, tomar otro camino”.

Ciclo familiar. ‘The Funamviolistas’ llega a Gasteiz con una función única que tendrá lugar hoy, a las 18.00 horas. Eso sí, el Principal tiene todo vendido.