después de casi medio siglo y tras vender varias decenas de millones de discos, Eagles siguen volando y llenando estadios cada vez que salen de gira. Puede que sin ellos no supiéramos nada del country alternativo o de grupos como Wilco y The Jayhawks. Ahora, Rhino acaba de publicar en formato vinilo tres de las obras cumbre de la discografía de esta gran banda de country rock: Desperado, el mítico y millonario Hotel California y The long run.
Amanecían los años 70 cuando surgía en Los Ángeles el grupo Eagles, siempre liderado por el dúo formado por Don Henley y Glen Frey. Su propuesta fue tan sencilla como certera: la simbiosis de las raíces country y las encantadoras melodías de la California hippie, dando un paso adelante en la huella abierta por Gram Parsons, de la mano de su amigo Jackson Browne. Les bastaron seis discos en una década, hasta su disolución en 1980, para convertirse en uno de los grupos más influyentes del rock de todos los tiempos. La llegada del punk les barrió, pero sus canciones han sobrevivido y su influencia ha aumentado con la generación del alt-country.
Siguiendo el ejemplo de la caja The Studio Albums 1972-1979, que recopilaba toda su discografía, Rhino edita tres de sus obras cumbre en vinilos de 180 gramos y con el arte original, lo que supone “una oportunidad única para recuperar estos discos en el formato original en que fueron concebidos”, según la compañía. El grupo debutó en 1971 con un disco homónimo acústico de country folk, liderado por la melodía dulce e inmortal de Take it easy, donde se apreciaba la magia compositiva de Jackson Browne, y la más eléctrica y negroide Witchy woman.
A este éxito le siguió Desperado, el primero de los rescates. Data de abril de 1973, se grabó en Londres y es un álbum conceptual sobre el Lejano Oeste. El grupo aparece caracterizado en la portada como forajidos. La canción que lo titula es uno de los grandes clásicos de Eagles, a pesar de que no se publicó como single, y el álbum supuso la consolidación de los guitarristas y cantantes Henley y Frey como la pareja compositiva principal. Su repertorio incluye varias piezas narrativas sobre una cuadrilla de vaqueros, caso de Doolin-Dalton y Bitter Creek, además de otro clásico como Tequila sunrise. El guitarrista Bernie Leadon se luce con sus banjos y mandolinas en temas como el bluegrass trotón Twenty-one o la balada Saturday night, una caricia armónica y coral.
Eagles grabó el muy destacable One of these nights antes de tocar el cielo con Hotel California, segundo álbum reeditado en vinilo y una de las grandes obras maestras del rock del siglo XX. Álbum que ha vendido más de 32 millones de copias, se publicó a finales de 1976 y supuso el bautismo del guitarrista Joe Walsh tras la salida de Bernie Leadon. El tema que le da título se convirtió en su gran éxito y rompió los estándares de la radio con una duración de más de siete minutos y un largo solo inolvidable al final.
Drogas y excesos El disco, con su icónica portada del Hotel Beverly Hills, ofrece la “visión agridulce” de Eagles sobre la sociedad estadounidense a través de las ventanas de un hotel que representa metafóricamente el mundo de las drogas -ese hotel “tan adorable”, pero del que “nunca puedes irte”, cantan- y los excesos del rock. “Es sobre el lado oscuro del sueño americano, y sobre los excesos, algo que conocíamos”, según Henley. En el álbum contrasta la delicada New kid in town, con sus fantásticos arpegios de guitarra, con la fiereza eléctrica y hard rock de Victim of love y Life in the fast lane, propulsadas por Walsh, la segunda con otro texto esclarecedor: “la vida en el carril rápido sin duda te hace perder la cabeza”. Y conviene no perder de vista el arreglo orquestal y aire blues de Wasted time, la esperanzada y suave Try and love again, o esa joya escondida, The last resort, donde se critica, en más de siete minutos de emotividad épica, la cruenta conquista del oeste americano.
El tercer vinilo reeditado es The long run, el último antes de su disolución temporal du-rante década y media. Salió en septiembre de 1979, vendió siete millones de copias y marcó la entrada del bajista Timothy B. Schmit, todavía en Eagles. Su “larga carrera” se tomó un respiro con un repertorio en el que destacan su tema homónimo, las grandes armonías vocales del sedoso I can´t tell you why, el rock comercial y sureño de Heartche tonight, la eléctrica In the city, el ritmo funk de The disco strangler, y King of Hollywood, con sus críticas a la gente “adicta al poder”.