De las virtudes de los sonidos saben mucho en Helldorado. Pero en la asociación cultural también son conscientes de que para que la música siga siendo un placer, es necesario cuidar la audición. Por eso, aprovechando la época navideña, se puso en marcha una campaña informativa que sigue su curso en este inicio de año y que se ha encontrado con una muy buena respuesta por parte del público así como de los músicos, Dj, técnicos... así como de otros sectores que pueden estar vinculados a un concierto como pueden ser los camareros, por ejemplo.
La idea básica pasa por hacer una serie de recomendaciones lógicas, sencillas, realizables por cualquiera pero que en muchas ocasiones o se olvidan o se desconocen. Y acompañar esa información con el reparto de tapones para los oídos, un elemento cada vez más generalizado en festivales pero no tan habitual en conciertos y sesiones de Dj.
Helldorado busca así sensibilizar al público sobre la importancia de cuidar a los oídos; valorar la responsabilidad de cada uno sobre su propia salud y la de los que le rodean; concienciar sobre la mejor forma de gestionar su tolerancia al ruido y motivar a la gente. Todo ello a través de una campaña como Preserva tu audición, que cuenta con el apoyo de Euskadido Soinuak, iniciativa del área de Cultura del Gobierno Vasco.
En la propia sede de la asociación, en Jimmy Jazz, Ibu Hots, Parral, El Malcamino, Taldegune, Gaztelu Zorroa y Gabi Locales se han ido repartiendo, y así se sigue todavía, paquetes informativos que incluyen flyers y tapones para los oídos que se están repartiendo de manera gratuita.
“Hoy, uno de cada cinco jóvenes sufre de pérdida de audición”, recuerdan desde Helldorado, y ante eso apuntan que, en realidad, sólo es necesario “adoptar unos buenos hábitos para preservar los oídos y su capital para seguir disfrutando de este placer intenso que es la música durante toda la vida”.
“El consumo de ruido es diario y, por esto mismo, es importante conocer los riesgos vinculados a acostumbrarse demasiado a recibir una cierta sobredosis de sonido. En ningún momento esto quiere decir que hay que dejar de escuchar música o de asistir a conciertos en directo”, pero es necesario tomar una serie de sencillas medidas para disfrutar “de la música de una manera responsable y saludable”.
Tinnitus, hiperacusia o sordera son algunas de las consecuencias que pueden aparecer si no se toma en consideración la salud de los oídos, si no se cuida tanto el nivel del volumen (el umbral del dolor se sitúa en 120 decibelios) como algo que muchos no valoran y es el tiempo de exposición excesivo.
La intención de Helldorado es sencilla: disfrutar de la música cuanto más tiempo mejor. Y conseguirlo, en realidad, no es tan complicado.
El verdadero peligro no está en el volumen, sino en la dosis del mismo, es decir, asociado al tiempo de exposición. Durante un concierto, el nivel sonoro de ciertos instrumentos puede superar los 100 decibelios sin necesitar ningu-
na amplificación.
No hay que pegarse a los altavoces y sí tomar descansos. Una pausa de 10 minutos cada 45 o de 30 minutos cada 2 horas reduce los riesgos. Si no quiere alejarse, se recomienda utilizar protección auditiva (tapones de
espuma 3M).
Si el área de riesgos es de 90 dB, el umbral del dolor se alcanza a partir de 120. Durante los conciertos, en discotecas, festivales... el volumen se limita a un nivel medio de 105 dB. Aun así, se debe tener en cuenta que no somos iguales
ante el sonido.
Escuchar música en un MP3 o similares más de una hora al día con un volumen alto (más de 95 dB) puede alterar su audición. Controlando un poco el volumen, bajándolo, se amplía el tiempo de escucha pero con ries-
gos mínimos.
Si está cansado o ha acumulado altas dosis de sonido durante la semana, sus oídos se debilitan. Cuidado con el alcohol, las drogas, las medicinas... Además de tergiversar su percepción auditiva, disminuyen la sensación
de dolor.
En la mayoría de los casos desaparecen después de un descanso de al menos 6 horas. Si estas situaciones se repiten muy a menudo, pueden crear problemas. Si los síntomas persisten más allá de unos pocos días, consul-
te a un médico.
Los niveles de sonido se pueden calcular con un medidor. Pruebe a amortiguar la reverberación de su zona de trabajo. Cuando no es posible actuar de forma directa sobre la dosis de sonido, se recomienda usar protec-
ción (tapones).