Donostia - Xosé María Díaz Castro (1914-1990) nació en Os Vilares (Lugo) y estudió en el seminario de Mondoñedo. Durante la Guerra Civil, combatió en el bando nacional y después trabajó como profesor hasta 1948, año en que se instaló en Madrid. Su dominio de hasta trece lenguas -incluido el húngaro- le permitió trabajar como traductor en el Ministerio del Interior, en el instituto de Estudios Hispánicos y, ya en los años 60, en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En 1954 se había casado en Urretxu con Teresa Zubizarreta Bengoetxea, vecina de un municipio al que estuvo ligado hasta su muerte. Todos los años pasaba largas temporadas en el pueblo de su esposa, a quien conocía desde una relación epistolar iniciada durante la guerra: Teresa era madrina de guerra y escribía cartas a los soldados para elevar su moral. Tuvieron tres hijos, todos nacidos en Urretxu, y en 1982 regresó a Galicia.

Publicó poemas en diversas revistas y es autor de un único libro, Nimbos (1961), que “a juicio de críticos y eruditos constituye uno de los referentes fundamentales del discurso poético gallego de todos los tiempos”, según aseguró el secretario general de Política Lingüística de la Xunta de Galicia, Valentín García Gómez, que ofreció una rueda de prensa junto a Patxi Baztarrika, su homólogo vasco.

Ambas instituciones acaban de lanzar una edición bilingüe del poemario bajo el título Nimbos. Argi-koroak, que puede leerse en su lengua original, el gallego, y en la traducción al euskera de Gerardo Markuleta. El volumen incluye un prólogo de Xesús Alonso Montero, presidente de la Real Academia Galega, y un epílogo de Xosé Estévez, profesor emérito de la Universidad de Deusto.

A juicio de Baztarrika, la publicación es un “puente” para “intensificar el diálogo” entre la cultura, las lenguas y los lectores de Euskadi y Galicia. “Es un poemario de enorme carga íntima y social, muy sugerente para la reflexión y que ayudará al lector euskaldun a sentir la emoción de la lengua gallega”, afirmó el viceconsejero en alusión a la posibilidad de leer, enfrentados, los poemas en gallego y euskera.

Ediciones multilingües “Tenemos que colaborar más por el fomento de nuestras lenguas, especialmente ante las instituciones españolas y europeas”, opinó el responsable vasco, que confió en que este libro que simboliza el “abrazo entre dos pueblos” sirva para que el Estado español “ponga en marcha una iniciativa” que impulse la edición de libros multilingües en euskera, gallego, catalán y castellano. Según apuntó, España “es un estado plurilingüe que, en realidad, funciona como monolingüe” y da la espalda a las lenguas que no son el castellano: “Las lenguas no son para ignorarlas, sino para abrazarlas. No se ama lo que no se conoce”, aseguró.

Tras subrayar que el difunto Díaz Castro ha sido el homenajeado en el Día de las Letras Gallegas de este año, el responsable de la Xunta consideró que la publicación bilingüe de Nimbos es “un acto de merecida justicia y añadió que “sería una alegría” para un traductor como él que a raíz de su persona y su relación con Euskadi naciese una propuesta como la apuntada por Baztarrika y que parte de Lakua y la Xunta. Este último lamentó que “para millones de ciudadanos de comunidades monolingües del Estado, el euskera, el gallego o el catalán, y la literatura escrita en esas lenguas, sean tan desconocidas como puedan serlo para los ciudadanos del norte de Europa, por ejemplo”. En su opinión, “es un déficit” que otras autonomías del Estado conozcan a autores como Cervantes, Lorca, Ortega y Gasset o Juan Ramón Jiménez, pero no sepan qué escribieron Rosalía de Castro, Castelao, Maragall, Espriu, Axular, Lizardi o Lauaxeta, “por no hablar de autoras y autores actuales”.

“Radicalmente intimista” José María Díaz Zubizarreta, uno de los hijos del poeta, destacó que la obra de su padre ha sido publicada al castellano, al inglés, al francés e incluso al ruso, pero es esta traducción al euskera la que más “emociona” a la familia. Definió su poesía como “difícil” y “radicalmente intimista”, con una vertiente “religiosa” que emparentó con “lo telúrico”. Uno de sus mejores textos es el poema Penélope, incluido en Nimbos, “un retrato” de una Galicia que, quizá, no ha cambiado tanto en medio siglo. La Casa de Galicia de Donostia y la casa de cultura de Urretxu acogieron sendas presentaciones del libro.