Estamos ya en campaña. O están. Pues dentro de cuatro meses tendrán lugar las elecciones municipales. En algunos territorios del Estado, también tocaran autonómicas. Y aquí, en el País Vasco, tendremos las concernientes a la elección de las Juntas Generales, esa especie de parlamentos provinciales -heredados de la Edad Media- de quien dependen las diputaciones. A los interesados por la cultura, obviamente, les interesará conocer los programas ofertados en este ámbito por los diversos partidos políticos que conformarán los gobiernos municipales, provinciales, autonómicos... Sus políticas culturales, en definitiva. Y a los ciudadanos en general, también deberían de importarles. Pues la cultura, además de otras cosas de las que luego hablaremos, también es un sector productivo que genera empleo, riqueza: en España el consumo cultural aporta un 3,5% a nuestro PIB. Pero, si miramos aquí al lado, hacia Francia podemos constatar como su contribución a la riqueza del país sube hasta el 4%. Más que el sector del automóvil, por ejemplo. En concreto, siete veces más. Así que deberían existir políticas culturales claras orientadas hacia este sector.

Pero esto no es así. Para resumirlo mucho, por estos lares nuestros gobiernos siempre han pensado que la cultura lo único que genera son pérdidas. Y así, por poner un ejemplo, se grava a este sector con un 21% de IVA -el más alto de Europa- por delante de Alemania (7%), Francia (5,5%), Finlandia (10%), Italia (10%) y Portugal (13%). A consecuencia de esto, en 2013 -el primer año completo de aplicación de la subida del IVA- el sector cultural español sufrió una bajada que lo dejó comatoso: un 30% menos de público.

Aunque el año pasado el gobierno recapacitó y rebajó el IVA del arte a un 10%. Pero la gente de la música, cine y artes escénicas sigue esperando una bajada que le insufle algo de oxígeno. Y es que subir el IVA después de años de recorte en el sector cultural es como que te peguen un tiro en ambos pies: así no hay manera de echar a andar. En Francia, como saben de estas cosas, hace poco han rebajado el IVA cultural a un 5%.

Pero dejemos el tema del IVA cultural un rato tranquilo. La cultura es algo más que un sector productivo. Mil veces lo hemos señalado: la cultura, el arte, nos enriquece como personas. Pero vivimos unos momentos en los que a la gobernanza le importa un pito este tipo de cultura. Esa cultura que tiene que ver con el pensamiento, con lo formativo? no les mola. Y lo más terrible no es eso. Lo más terrible es que vivimos unos tiempos en los que a los ciudadanos se la soplan esos valores que pueden aportar el arte, la cultura a la sociedad. Una sociedad que sólo piensa en dividendos, plusvalías, ganancias. Y que parece que le da igual que a su alrededor haya gente creando.

Hemos abandonado a su suerte a los artistas, a los de nuestra ciudad, provincia, autonomía? Nos olvidamos de ellos. Y son nuestra cultura. Crean por -y para- nosotros.