SANTIAGO DE COMPOSTELA. En el juicio por el robo del Códice Calixtino, que ha comenzado este lunes en los juzgados compostelanos de Fontiñas, la abogada de los acusados, Carmen Ventoso, ha asegurado que este despacho, ubicado en el archivo de la Catedral, "no puede considerarse un espacio privado", por lo que la grabación no autorizada e informada viola "el derecho a la intimidad" y la ley de "protección de datos", que están sometidas a una "estricta legislación".

De hecho, según la información aportada a la defensa por la Agencia Española de Protección de Datos, las cámaras no se encontraban en el momento del robo registradas en este organismo y fue "a posteriori" cuando la administración de la basílica se puso en contacto con la agencia para regularizar la situación.

Para Ventoso, con estas cámaras "no se han cumplido las normas esenciales" y se ha caído en un "abuso". Del mismo modo, ha criticado que la Catedral tardase "un año" en entregar estas imágenes al juez, que fueron aportadas el 18 de julio de 2012, más de un año después del robo del Códice Calixtino.

"ALTERAR" LAS IMÁGENES La letrada ha criticado que, a pesar de ser una de las principales pruebas, "durante meses nadie manifestó al juez que había ninguna cámara", por lo que se pudo, en este periodo, "alterar" las imágenes.

Carmen Ventoso ha pedido también que se anule la primera declaración de su defendido ante el juez, en la que reconoció ser el ladrón del Códice, y la aparición del propio manuscrito, dado que no se contó con la presencia de los acusados en el registro del trastero de O Milladoiro.

"Para que la confesión pueda ser considerada como prueba debe ser espontánea", ha indicado Ventoso, quien ha asegurado que no fue así, si no que fue fruto de las "coacciones" del juez instructor.