Vitoria - Después de 32 años de apuesta y trabajo, de contar con profesionales tanto de la palabra como de otras disciplinas artísticas (teatro, música...), de dar voz a autores tanto cercanos en lo temporal y geográfico como lejanos, de estar no sólo con el público adulto sino también, durante mucho tiempo, llevando a cabo sesiones especiales para estudiantes, los recitales poéticos de primavera y otoño promovidos por el rapsoda Javier Herrero son ya historia para la Obra Social de Caja Vital.

La entidad comunicó el pasado lunes al responsable de esta iniciativa cultural que las “restricciones presupuestarias” impiden seguir con el apoyo al programa lo que, en realidad, le va a suponer a la actual fundación un ahorro anual de 2.400 euros, una cifra que, todo hay que decirlo, se debe poner en relación al hecho de que el presupuesto total de la Obra Social en 2014 fue de 4,984 millones de euros (es decir, el año pasado, los dos recitales supusieron el gasto del 0,04% de las cuentas totales aprobadas en asamblea).

Con todo, Herrero se siente agradecido con la entidad por el apoyo recibido a lo largo de estos 32 años, sobre todo de mano de aquellas personas que, trabajando para la Caja, le han ayudado de diferentes maneras haciendo posible este veterano programa poético.

Es cierto que en los últimos años, los recitales se venían desarrollando con una merma importante en lo que a la aportación económica de la Vital se refiere, un hecho que aunque conocido nunca había sido resaltado por el propio Herrero al entender que las circunstancias de crisis económica afectan a todos y lo importante es que el apoyo existiera más allá de una cuantía u otra. Sin embargo, en este contexto, el rapsoda ya intuía que una decisión como la que esta semana se le ha comunicado podía darse más tarde o más temprano.

Eso sí, ni el presentimiento de que esto podía ocurrir ni el hecho de estar agradecido por estos 32 años de camino compartido pueden ocultar en el rostro de Herrero la decepción y cierto enfado. Con todo, él tiene claro que la poesía seguirá marcando el futuro en lo que a él se refiere, como lo viene haciendo hasta ahora con recitales dentro y fuera del País Vasco sin olvidar otros proyectos culturales.

De esta forma, los espectadores del último recital de otoño, celebrado los pasados 8 y 9 de noviembre, se despidieron sin saberlo de una cita que, por lo menos en su tradicional formato, ya no se va a volver a producir, a pesar incluso de que Herrero ya estaba dando los primeros pasos para organizar el que debía llevarse a cabo en primavera de 2015.

Habrá que ver si los recitales son los únicos que sufren las consecuencias de estos nuevos recortes en los presupuestos culturales de la Vital.