a coruña - Ni las transparencias de su elegante vestido ni la espectacularidad de su escote llamaron más la atención que su sonrisa. El pasado sábado Marta Ortega celebró su 31 cumpleaños y lo hacía por todo lo alto, con una fiesta que más recordaba a una boda que a un simple aniversario y con una actitud que mucho dista de la de una mujer recién separada.

La de Marta Ortega y Sergio Álvarez no ha sido una separación de última hora, un repentino distanciamiento entre dos personas que hasta hace unas semanas aún luchaban por salvar su matrimonio. Tal y como adelantó este medio, la pareja llevaba desde octubre tramitando su ruptura y tres meses después, la herida empieza a cicatrizar. De no ser así, resultaría impensable que una mujer cuyo matrimonio se ha roto hace solo 12 días tuviese ánimos para festejar su cumpleaños. Y es más, que con tan poco margen de tiempo hubiesen podido organizar sus Navidades por separado, ella en Coruña con los suyos y él con sus amigos en Baqueira Beret.

Sin embargo, la ruptura está más que superada por la pareja. Con el acuerdo de divorcio ya firmado quedan pocos flecos sueltos y es momento de pasar página. Marta inicia una vida nueva en un 2015 que queda oficialmente inaugurada con su fiesta de cumpleaños. - E.P.