El año que está a punto de terminar se lleva consigo a algunos grandes nombres de la cultura contemporánea, que fallecieron durante este 2014. Una larga lista en la que destacan de manera especial el escritor colombiano Gabriel García Márquez, el actor estadounidense Robin Williams y el músico español Paco de Lucía.
El premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez, falleció el 17 de abril a los 87 años de edad en México D.F., donde vivía desde hace años, después de haber pasado las últimas semanas aquejado por una neumonía. Gabo, como se conocía al escritor, deja para la posteridad obras vitales para la literatura del siglo XX como Cien años de Soledad o El coronel no tiene quien le escriba.
En el campo de las letras destaca también la muerte de Ana María Matute, quien se despidió el 25 de junio a los 88 años de edad. La autora de novelas como Olvidado rey Gudú o Aranmanoth fue ganadora de casi todos los premios nacionales de letras y literatura, entre ellos el Cervantes, el Nacional de Literatura y el Planeta. Durante su trayectoria destacó por narrar la posguerra española desde el punto de vista de los niños y por ser la tercera mujer en ingresar en la Real Academia Española (RAE).
El 1 de marzo falleció la poeta y novelista Ana María Moix tras una larga enfermedad, mientras que tan solo cinco días más tarde murió Leopoldo María Panero, a los 65 años, después de haber pasado varios años en distintos hospitales psiquiátricos de Canarias.
Hay que recordar también la muerte del mexicano José Emilio Pacheco, poeta, ensayista, traductor, novelista, cuentista e integrante de la llamada Generación de los cincuenta, quien recibió en 2009 el Premio Cervantes; así como el fallecimiento del mexicano Vicente Leñero Otero, el argentino Juan Gelman y el poeta, flamencólogo y crítico español Félix Grande.
Cine El séptimo arte ha vivido varios momentos trágicos este año. El actor y comediante estadounidense Robin Williams se suicidó el 11 de agosto, a los 63 años. Según declaró su esposa, el artista, conocido por películas como El club de los poetas muertos, Good Morning, Vietnam o El indomable Will Hunting, sufría depresión y se enfrentaba a los primeros síntomas del Parkinson.
Otro fallecimiento que también conmocionó a Hollywood fue el de Philip Seymour Hoffman, quien murió el 2 de febrero a causa de una sobredosis, cuando apenas tenía 46 años. A pesar de su juventud, dejó para la posteridad una larga filmografía en la que destacan las cintas Happiness, Capote, Magnolia, El talento de Mr. Ripley o The master.
Lauren Bacall, una de las actrices más elegantes de Hollywood, se despidió a los 89 años a causa de un derrame cerebral, pero permanecerá en la memoria colectiva gracias a su papel en Tener o no tener, junto a Humphrey Bogart.
Asimismo, el cine también recordará a Bob Hoskins, fallecido en abril; al veterano actor Mickey Rooney, fallecido también en abril a los 93 años; o a Shirley Temple, niña prodigio que hechizó a la pantalla con sus rizos dorados y que murió en febrero a los 85 años por causas naturales. El celuloide también lamentó la muerte de Harold Ramis (Los cazafantasmas), Elaine Stritch (The Perfect Furlough) o Joan Rivers (El nadador).
En el campo de la dirección cabe destacar el fallecimiento de Richard Attenborough, ganador de un Oscar a la mejor dirección en 1983 por Gandhi; así como la muerte de Malik Bendjelloul, director del documental ganador del Oscar Searching for Sugar Man, con tan solo 36 años.
El mundo del cine estatal también sufrió la prematura pérdida del actor vizcaíno Alex Angulo, quien murió en julio a los 61 años a causa de un accidente de tráfico. A este fallecimiento se suma el de Daniel Dicenta, así como de Pedro Peña, que dio vida al entrañable abuelo de Médico de Familia.
Música Sin duda, una de las pérdidas que más ha entristecido el mundo de la cultura a nivel mundial ha sido la del músico Paco de Lucía, quien sufrió un infarto cardiaco en su casa de México el 25 de febrero. El artista pasará a la historia por su maestría con la guitarra, por haberse convertido en embajador universal del flamenco y por haber diluido los límites de los géneros musicales.
A penas dos días antes de Nochebuena llegó la noticia de la muerte de Joe Cocker a los 70 años a causa de un cáncer de pulmón. El cantante de voz rasgada y rota protagonizó uno de los momentos más emblemáticos del festival de Woodstock de 1969: su interpretación de With a little help from my friends, de The Beatles. A esta muerte se unen las de Jack Bruce, cantante y bajista de Cream; Jimi Jamison, uno de los primeros vocalistas de Survivor; Bobby Womack, uno de los referentes de la música soul; o Phil Everly, de los Everly Brothers.
América Latina también lloró la desaparición del argentino Gustavo Cerati, un icono en la música del continente que falleció en septiembre a los 55 años tras haber pasado cuatro en coma, debido a un accidente que sufrió en Caracas (Venezuela).
Nuestro país lamentó la pérdida de Peret, quien perdió la batalla al cáncer con 79 años. A pesar de la “entereza” y el “optimismo” con los que afirmó haber afrontado esta enfermedad, que anunció apenas un mes antes, el creador de la rumba catalana finalmente se vio superado. Asimismo, la música también perdió a Antonio Morales, conocido como Junior, quien falleció a los 70 años y dejó atrás una trayectoria musical en la que destaca su participación en grupos como Los Pekenikes y Los Brincos.
Además, en el campo cultural destaca, por un lado, el fallecimiento del que fue director del Teatro Real entre 2010 y 2013, el belga Gerard Mortier, quien murió a los 70 años víctima de un cáncer; así como Cayetana de Alba, importante mecenas española y poseedora de una de las colecciones más importantes de arte de Europa. - E.P.