Ser un instrumento de expresión pero también de interrelación con el conjunto de la sociedad gasteiztarra, una herramienta para poner en práctica sus conocimientos filosóficos y vitales, y conseguir todo ello a través de una publicación abierta, crítica y transformadora puesto que de poco sirve pensar si luego no se hace. Bajo estas premisas ha nacido Mentes inquietas/Jakin mina, una apuesta editorial que este viernes a las 19.30 horas se presenta en la sala Luis de Ajuria.
Detrás se encuentran unas 30 personas que, como refleja el nombre de la revista que han creado, están preocupadas y ocupadas en lo que les rodea, en una sociedad que está marcada por la palabra crisis y a la que quieren aportar tanto su visión crítica como su conocimiento para cambiar aquello que consideran injusto y alienante. De momento, a través de Internet (no hay, por ahora, disponibilidad económica para hacer la versión en papel), ya se pueden encontrar las primeras entregas de una publicación independiente que sale cada dos meses.
Miradas a la filosofía, pero también a las problemáticas socio-políticas y económicas, a la cultura y a la educación, sin olvidar el aporte del humor gráfico, componen la forma y el fondo de una iniciativa que nace sabiendo que su apuesta es a largo plazo, pero también que el desarrollo del proyecto traerá la realización de nuevas acciones y actividades que hoy son sólo idea.
“Lo que pretendemos es abrirnos a otros grupos y colectivos sociales de Vitoria que estén preocupados por los asuntos sociales, artísticos... relacionarnos y que nos podamos comunicar. Nos interesa no ser un gueto, sino influir, aunque sólo sea un poco, en la dinámica de la vida de Vitoria”, explica Mikel Askunze, profesor de Filosofía en la Fundación Mejora y uno de los impulsores de la publicación.
Él también ejerce, en cierta medida, de coordinador, entre los tres grupos que estructuran la revista, es decir, aquéllos centrados en la redacción de textos, los que trabajan en los aspectos técnicos e informáticos, y quienes están inmersos en los procesos de difusión y comunicación. “No hay una agenda fija de reuniones”, como explica Aurora Las Heras, “sino que son las necesidades de cada número las que nos tienen en contacto”, más allá de que se producen dos o tres encuentros plenarios por entrega.
Aunque sea independiente, el proyecto tiene su origen en las clases de filosofía de Mejora. “La filosofía, contra todo lo que se pudiera pensar, despierta muchas expectativas, ilusión e inquietudes y al desarrollar los cursos nos apareció la necesidad de que tuvieran alguna aplicación en la vida real. Como dice Karl Marx, los filósofos han intentado interpretar el mundo, pero lo que importa es transformarlo. Esta revista la planteamos con la idea de que sirviera ante los problemas de la vida actual”, comenta Askunze, que añade que “la verdad es que es una idea que ha generado mucha ilusión”.