Vitoria - Su camino juntos empezó hace casi un par de años. Los cuatro ya tenían relación con la música, se conocían y a una llamada de Elías (guitarra), Yeray (guitarra) y David (batería) se sumaron al proyecto de Die Hard. Fueron al local, estuvieron sacando ideas y al poco tiempo se sumó a la aventura Carlos Dakota (cantante y bajo). Empezaron a salir los primeros conciertos, a darse a conocer, pero la situación económica no es buena para nadie y estuvieron a punto de dejarlo. “Teníamos los instrumentos en casa de cada uno pensando en qué hacer”, recuerdan. Pero se dijeron: “vamos a por ello”.

Al dueño de los locales donde ensayan le pidieron un poco de paciencia, casi al mismo tiempo que se apuntaron a la última edición del Concurso de Maquetas de Álava que organiza la Diputación. “Pensamos en esperar a ver qué pasaba puesto que si eras finalista, por lo menos te pagaban el concierto y hombre, algo podíamos rascar para aguantar un poco más”, describen. “Imagina, uno trabajando, dos en paro y el otro estudiante... es que no se podía estirar mucho más”. Y de repente, tras el concierto de la Jimmy Jazz, el primer premio, dotado con 6.000 euros (que en realidad son 4.800 limpios), fue para ellos.

“La verdad es que vimos mucho nivel con StarSolo, Azken Aukera o The Gratix, por ejemplo”, pero fueron ellos los que consiguieron el beneplácito del jurado y aunque el dinero nunca debe ser lo más importante, no hay duda de que ante su situación, los euros vienen ni que pintados, sobre todo para aprovechar el momento y seguir creciendo como banda.

“Las tiendas de música ya se pueden ir frotando las manos con nosotros”, ríen. No en vano, lo primero es comprar nuevos instrumentos y materiales, entre otras cosas porque “hemos tenido épocas que era llegar al local y siempre se rompía algo o alguien se llevaba un calambrazo”.

Pero no queda ahí la cosa. En sus planes está también invertir parte de lo conseguido en merchandising puesto que el momento es el indicado para favorecer la promoción de la formación, algo a lo que también ayudará el vídeoclip que tienen en mente hacer. “Tenemos que llegar a aburrir, que veas Die Hard por todos los lados”, bromean.

Claro que el paso más importante será el proyecto de realizar su primer disco de larga duración que tome el relevo a la maqueta que editaron hace un año. “Queremos encerrarnos un tiempo en el local para ir preparando el álbum de cara al año que viene”, aunque no descartan seguir dando conciertos.

Eso sí, no todo es dinero, por suerte. El hecho de ganar el certamen es para ellos “un reconocimiento musical, que al final es lo que de verdad importa; llevamos tiempo en la música y muchas veces tienes la sensación de que lo que haces no termina de salir, de tener una determinada repercusión”.

Para quienes todavía no les conozcan, aunque en los tiempos de Internet siempre se puede encontrar por lo menos una canción, lo fácil sería poner etiquetas, que si hardcore punk, que si toques de rock, que... “Venimos de influencias distintas y somos tan abiertos a todo lo que nos pueda venir bien que no nos podemos catalogar”.

Sea como fuere, ha llegado el momento de disfrutar de lo conseguido pero, sobre todo, de saber seguir dando pasos. Energía no les falta, eso es evidente con solo hablar unos minutos con ellos.