Es curioso. Nos choca en los funerales oír a los curas decir aquello de? estamos aquí reunidos para celebrar? y todos pensamos que no hay nada que celebrar, que no es momento de alegrías ni de risas. Y sin embargo, aquí estamos un batallón de gente dispuesta a hacerlo. Dispuestos a celebrar, dispuestos a emocionarnos, dispuestos a dejar escapar alguna lagrimilla, dispuestos a recoger las muchas vibraciones que quedaron en el aire y en el recuerdo.
Todos somos contingentes pero solo uno es necesario dicen extasiados los personajes de Amanece que no es poco. Y es lo que ocurre en los homenajes. Somos un contingente de voluntarios sin nombre los que nos juntamos para recordar al único que es necesario recordar, Raúl. Por eso no firmamos. Por eso afirmamos nuestro compromiso anónimo de seguirle recordando. Por eso arrancamos nuestras motos, afinamos cuerdas, tensamos parches, afilamos baquetas y engrasamos teclas. Por eso aguzamos oídos y nos disponemos a pasar un día con el recuerdo de un buen amigo y mejor persona que se nos hizo humo. Porque somos contingentes. Porque seguimos necesitando recordar al necesario. You are allways in our minds, decía Elvis, Ain’t no grave can hold your body down, decía Johny Cash, y nosotros queremos con este homenaje decir simplemente? Flaco, va por ti.