Madrid - Con la concesión del Premio Nacional de Artes Plásticas 2014 a Jordi Teixidor de Otto (Valencia, 1941) se premia “a toda una generación a la que en algunos momentos no se ha prestado demasiada atención”, en opinión del galardonado. Pintor y académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando, Teixidor dijo ayer que cree que con este galardón del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se ha querido reconocer una labor “de muchos, muchos años, así como una tendencia, una manera de entender la pintura y de ser consecuente con esa manera de entenderla, ya que hay una constancia en esas ideas”.
El artista mostró su satisfacción porque entiende que se reconoce a un grupo “en algunos momentos no diré olvidado, pero que no se le ha prestado demasiada atención” y opinó que se trata de una distinción “a una forma de entender el arte como algo que está en relación con una ética también”. Pintores como Gerardo Delgado, Juan Suárez, Santiago Serrano “hicimos una labor muy importante en un momento determinado, pero las circunstancias culturales, sociales y económicas no nos fueron favorables y como vino la siguiente generación con una situación del país totalmente diferente y libre, nuestra labor pareció que no hubiera tenido tanta importancia”. Por todo ello, “al darme el premio a mí creo que se premia a todos estos compañeros míos y a otros muchos que en este momento se me olvida citar, que hicimos una apertura muy importante; una manera de entender la pintura un poco más cosmopolita, más culta, con respecto a otras generaciones artísticas en España”.
La mercantilización del arte Todas las mañanas Jordi Teixidor acude a su estudio a pintar, pero también como académico que es “intento cumplir no solamente con mis responsabilidades académicas, sino también con mi responsabilidad social en la medida en que la Academia es una plataforma, un estamento que puede tener cierta influencia sobre la cultura, sobre la sociedad”. En cuanto a las generaciones futuras de artistas, cree que tienen que buscar una calidad, una difusión del arte, un lenguaje actual, “ya que si el arte es algo es que tiene que ir cambiando según van cambiando los tiempos. Las próximas generaciones seguro que lo harán igual de bien”. Sin embargo, reconoció que del arte actual no tiene “una visión positiva”. En este momento el arte “son otras cosas. Ha cambiado, pero como también ha cambiado la literatura o el cine. La manifestación artística se plantea de distintas maneras y el concepto de la creación cambia con respecto al tiempo en que se está produciendo”. En este momento hay “una especie de falta de rigor”, de profundidad en lo que se está haciendo “y se está tendiendo más a una presencia llamativa, mediática”. La comercialización del arte actualmente “es muy importante, mucho más que antes, y se ha convertido en un producto que como tal tiene un mercado, unas influencias y unos intereses diversos que no siempre son los intereses del arte”.
“Reivindicador de la pintura” El jurado del Premio Nacional de Artes Plásticas, dotado con 30.000 euros, ha reconocido a Teixidor “por sus obras, distintivas de un camino único y difícil en el arte, elegido a conciencia y con independencia”. “Un camino sostenido en el tiempo hasta configurar un conjunto que confiere al arte español contemporáneo la entidad que hoy tiene”, añade. Asimismo, le considera a “un reivindicador de la pintura” y destaca que “rasgo decisivo de su obra es la distinción en su quehacer respecto al contexto artístico, con una práctica, ya desde mediados de los sesenta, próxima al arte conceptual o a la sensibilidad minimalista”. “Artista silencioso, amante de la poesía y la filosofía, elogiador de la duda en el arte, perteneció al grupo Nueva generación, avanzando las corrientes artísticas que llegarían durante la Transición. Un creador constante en su empeño”, puso de relieve el jurado. - Agencias