Vitoria - El primer encargo pagado que recibió llegó desde Estados Unidos, de una publicación de prestigio como Esquire. “Al principio me asusté un poco y les pregunté cómo habían llegado hasta mí. Claro, yo no entendía entonces que existen directos de arte rastreando por todo el mundo”. Después vinieron trabajos para un buen número de periódicos, revistas (ESPN The Magazine y Hollywood Reporter, por ejemplo), grupos de música... aunque en su gran mayoría han sido peticiones procedentes del extranjero salvo alguna excepción catalana. De esta forma, el ilustrador gasteiztarra Joseba Elorza (cuya marca profesional es MiraRuido) está construyendo un camino en el que ahora se ha cruzado el trío Berri Txarrak, que hace unos días difundió por las redes sociales la imagen de portada de Denbora da poligrafo bakarra, su próximo triple disco. “Me he quedado flipado porque ha sido publicitar ellos la obra y, de repente, encontrarme con un montón de gente escribiéndome, felicitándome o queriendo saber más sobre lo que hago”, apunta.

No peca de falsa modestia. Sus trabajos anteriores y la difusión que hace de sus obras a través de www.miraruido.com le han hecho ser conocido fuera de las fronteras estatales. “Lo que hago tiene un sello muy especial y no somos tantos trabajando en este campo” a lo que se une el hecho de que “hay muchas publicaciones norteamericanas, inglesas o alemanas que son más osadas, que invierten más; no pasa lo mismo en España”. Por eso, la repercusión obtenida ahora con el trío de Gorka Urbizu “viene muy bien, es seguir dando pasos”.

Aunque el líder de los Berri ha vivido tiempo en Gasteiz, Elorza y él no se conocían. “Dieron conmigo a través de Internet y después supieron que era de Vitoria”, describe. “He hecho todo el Dj-pack, es decir, los tres discos y el vinilo, que son tres portadas y otras tantas contras. Para la portada hice varios bocetos pero entre ellos no se ponían de acuerdo y no llegábamos a plasmar bien lo que queríamos contar. Pero vieron una imagen que ya tenía hecha y decidieron probar con ella. Vieron que encajaba y para adelante”.

La obra seleccionada es un buen ejemplo del sello propio de Elorza. “Más allá del significado concreto que pueda tener una imagen, me gusta la sensación que provoca, la confusión. No me mato en hacer cosas muy detalladas en las que no se note el collage, porque es obvio. Al final, de lo que se trata es de descontextualizar las cosas y las personas en un sentido muy dadaísta de vamos a romperlo todo y crear sensación de extrañeza. Me gusta la idea, que es un poco cabrona, de recortar a un hombre de una instantánea de hace 50 años que está haciendo lo que sea y ponerlo en otro sitio, momento y acción. Se crea un significado totalmente diferente. Me gusta esa perversión, me atrae”, admite. “El resultado es una estética muy concreta y diferente”, un choque de lo actual y lo pasado, del color y el blanco y negro, de lo real y lo imposible, un aparente encontronazo que termina convirtiéndose en diálogo creativo.

Y no sólo en estático, puesto que MiraRuido ha empezado también a realizar vídeoclips. “Es algo más tedioso”, resalta. No en vano, para poder realizar el audiovisual del tema Young de los norteamericanos Air Review ha estado tres meses sin parar. Claro que “el resultado está gustando mucho”.

En realidad, la música tiene mucho que ver con Elorza. Se formó como técnico de sonido y fue la ilustración la que vino después, gracias a las nuevas tecnologías. “Sé hacer algo más que un 6 y un 4 para hacer tu retrato, pero poco más”, así que el ordenador y las librerías y archivos de imágenes de dominio público existentes hicieron el resto. “Al principio, subía a la web tanto las composiciones musicales que hacía ( trip hop electrónico) y los collage, y la verdad es que el proceso en ambos casos era el mismo”.

Poco a poco, a base de probar, de estudiar tutoriales, de experimentar con las herramientas adecuadas, de seguir los buenos consejos de su hermano Ander Elorza... encontró la vía de “expresar lo que tenía en la cabeza”, pasos que sigue dando puesto que nunca se para de aprender y, además, hay que hacer una labor diaria de búsqueda de imágenes. “No todo está libre de derechos y con eso tienes que tener cuidado, pero hay mucho más material de lo que la gente piensa”.

De todas formas, está sólo al principio de su carrera. Cada jornada “son muchas horas delante de la pantalla porque, además, cuando descanso me siento con el iPad”, ríe. “Por suerte tengo perro y eso me obliga a salir sí o sí”.