barcelona - Como buen ganador del Premio Planeta el mexicano Jorge Zepeda Patterson se mostraba ayer eufórico y feliz por la repercusión que el galardón le va a dar a su literatura, desconocida para el gran público hasta la noche del pasado miércoles. “A veces la narrativa permite tratar de entender algunas situaciones de la vida real, donde el periodismo ya no es suficiente”, explica este autor cuya obra es una intencionada mezcla de ficción y periodismo, su verdadera profesión. El ganador del XLIII Premio Planeta de Novela, por el libro Milena o el fémur más bello del mundo recibirá también los 601.000 euros más la publicación de la novela, que cada año se coloca entre las listas de las más vendidas gracias a la fuerte campaña de imagen de la editorial.

“Guardando las proporciones, pertenezco a la estirpe de periodistas como Roberto Saviano, Pérez Reverte y Stieg Larsson ya que todos han sentido que hay rincones oscuros de la realidad que la ficción es capaz de retratar mejor, y que están relacionados con las entrañas de poder” explica el ganador. Para él, “las experiencias de la vida que hay que retratar empiezan a ser tan inverosímiles que parece que ya no hay un relato o crónica que pueda seguir dando hechos que una y otra vez rompen los criterios de la tolerancia y la sensibilidad”. Se trata, a su entender, de un sentimiento que experimentan los corresponsales de guerra que a menudo se ven impotentes para traducir en palabras o imágenes los niveles de inhumanidad que observan. “Es ahí donde la narrativa permite traspasar la imagen fría y tratar de entender estas pulsiones que llevan a un vecino a agredir a otro, a saber qué hay en el alma de un policía mexicano en Iguala que es capaz de matar a casi 40 estudiantes de magisterio desarmados y asesinarlos como si estuvieran en Ruanda o en un campamento de exterminio nazi”, relata el autor.

Sobre el libro ganador recrea las entrañas del crimen organizado y la esclavitud sexual en las altas esferas de Marbella. “La historia de Milena da cuenta de historias muy bravas y muy complicadas por parte de una chica que sale a los 16 años de Croacia, y lo único que quiere es que cuando muera los chicos no jueguen con su fémur a espadazos, ya que vive detrás del cementerio y todos los días cruza este lugar y ve cómo los niños han sacado huesos para jugar”. En esta búsqueda acaba siendo presa del crimen organizado y de la esclavitud sexual. Una historia que puede parecer negra y deprimente, pero que se convierte en un relato de amor y supervivencia. La protagonista terminará en Marbella tejiendo una relación con hombres de poder, y se verá obligada a profundizar en el tejido, las fobias y filias y cómo pulsan los hombres de poder. En esa Marbella recreada operan las mafias rusas y los jeques árabes y Milena pertenece a la élite más alta de la prostitución de una zona de lujo. “La novela es una indagación de qué está pasando en esta zona, ese mundo construido por Gil y Gil, que no se ha ido del todo”.

Equipara el periodista mexicano a los corruptos, que “siempre se ven a sí mismos como personas decentes, nunca corruptos”, con “los que compran a una mujer que saben que está ahí en contra de su voluntad y que vuelven a casa y se sienten decentes”.

En relación a su primera novela, Los corruptores, Milena o el fémur más bello del mundo incorpora el caso del tráfico de la trata de personas, la explotación sexual, el hecho de que toda mujer hermosa en determinados momentos puede ser víctima de estas redes globalizadas, y vuelve a abordar el tema de la corrupción.

La intención del ganador del Planeta es continuar en su tercera novela con una suerte de saga, pues se siente cautivo de la fuerza del personaje de Milena. -A.Ezker/Agencias.