madrid - Dejó huella en los festivales de Cannes y San Sebastián, y en Argentina se ha convertido ya en la película más vista de los últimos 25 años. Los Relatos Salvajes de Damián Szifrón llevan este fin de semana a los cines españoles su invitación a liberar nuestra bestia interior a carcajada limpia. Un guión certero, seis historias cortas sobre el malestar que puede llegar a generar la vida moderna, y escrito por Szifrón casi como un divertimento entre proyecto y proyecto, se alían con una realización firme y atrevida y un elenco de primera, encabezado por Ricardo Darín y Leonardo Sbaraglia. Cada una de las historias de Relatos Salvajes no solo aborda situaciones diferentes -una boda accidentada, una fatal coincidencia a bordo de un avión o un fantasma del pasado que aparece de forma inesperada- sino que lo hace con estilos visuales muy diferentes. Szifrón admite influencias como los Cuentos asombrosos de Spielberg o la serie Alfred Hitchcock presenta, y precisa que concibió el filme “como un álbum de rock, con diferentes tracks que componen un mismo viaje”. La fórmula ha funcionado y, según Szifrón, puede calar también en España: “El mismo sistema rige en todo el planeta. Vivimos en un mundo que oprime a mucha gente y la deprime, y hay algunos que explotan. Esta es una película sobre los que explotan. Y todos entendemos a los que explotan”. - M.T.