Vitoria - Tres amigos. Uno necesita de manera urgente un trasplante de páncreas. Otro cree, por sus antecedentes familiares, que dentro de un año tiene que suicidarse antes de empezar a sufrir los efectos del alzheimer, una decisión que ha hecho pública. Y el tercero intenta encontrar una solución común. Hasta aquí lo que se puede contar de Pankreas, la última producción de Tartean Teatroa, que hoy llega al XXXIX Festival Internacional de Teatro de Gasteiz.
Eso sí, a la peculiaridad del argumento de esta tragicomedia escrita por Patxo Telleria hay que unirle otra característica. El también actor ha armado el texto en verso, siendo la primera obra hecha en euskera que se representa en esta modalidad tan común en otros idiomas más allá de un auto de Navidad anterior. “La verdad es que es algo que ha creado expectación, curiosidad y alguna que otra duda entre el público, pero la gente que ya ha visto el montaje -que se estrenó el pasado mes de marzo- ha comprobado que esta fórmula no es un obstáculo, sino que ayuda, es pertinente como se descubre al final y, además, embellece el resultado”, apunta el también intérprete Mikel Martinez. Los dos comparten tablas con Joseba Apaolaza bajo la dirección de Jokin Oregi en una propuesta que hoy se podrá ver en el Principal a partir de las 20.30 horas, habiendo todavía entradas disponibles.
A la espera de que se estrene dentro de poco la versión en castellano en Madrid y mientras se está realizando otra adaptación en Eslovenia de la mano de una colaboración con los institutos Etxepare y Cervantes, la pieza “parece arrancar en un tono serio y, de hecho, trata una temática bastante dura, pero, en realidad, se presenta una comedia muy clásica, de enredo”, describe Martinez.
En este sentido, ambos admiten que el hecho de representar el texto en verso es un detalle a destacar pero sin que esa circunstancia se anteponga al argumento que se relata. “Me extraña que extrañe lo verso puesto que no deja de ser un recurso estilístico”, defiende Telleria, al tiempo que añade que “no se juega con él para hacer gracia”. Si está en lo cierto lo podrán decir aquellos espectadores que esta tarde-noche acudan a la calle San Prudencio.