Pamplona - Después de casi tres años completos de obras y con una inversión total de 22,5 millones de euros procedentes de donaciones, la mayoría de particulares pero también de algunas empresas, la Universidad de Navarra (UN) ya ha concluido la construcción de su museo de arte contemporáneo, que se levanta en el campus, deslindándolo y conectándolo ahora más que nunca con la ciudad de Iruñea. A la altura entre la rotonda de Iñigo Arista y la colina de Fuente del Hierro surge el edificio proyectado por el arquitecto tudelano Rafael Moneo, quien el pasado jueves guió a los medios de comunicación en la primera visita a las instalaciones ya finalizadas, que suman una superficie total de 11.000 m2 útiles, distribuidos en tres plantas y una terraza a modo de pulmón que respira agradablemente en pleno campus.

Moneo mostró los espacios del Museo Universidad de Navarra (MUN), “contento” por “el logro de las relaciones que se han establecido en el proceso de creación del edificio, por el logro de los materiales empleados y por el logro no menor de haberla hecho la obra en su precio”, destacó el arquitecto tudelano aludiendo al hecho de que no ha habido desviación económica alguna del presupuesto inicial. “Algo muy importante que ha sido posible gracias a la labor de Rafael Moneo y su equipo y de la constructora navarra VDR”, resaltó Ángel Gómez Montoro, presidente del patronato del MUN, para quien la nueva obra de Moneo es “espléndida”. El edificio, todavía lógicamente sin obras de arte, abrirá sus puertas en enero de 2015, aunque antes ya albergará alguna actividad. En cuanto a los inversores en la financiación del edificio, hay parte en Asia y en Estados Unidos, pero la principal aportación proviene de la empresa y de patronos promotores españoles y, en segundo término, de inversores latinoamericanos.

Hormigón, madera de roble y basalto en los suelos son los materiales que visten las imponentes instalaciones, de las que Rafael Moneo destacó en todo momento que “están al servicio de las necesidades que plantea esta dotación en la universidad”. El edificio es mucho más que un contenedor expositivo, ya que además de acoger la zona de artes escénicas, con el teatro-auditorio, alberga salas, aulas y talleres susceptibles de servir a muy diversos usos, tanto artísticos como académicos, de investigación, etcétera. “No es solo un museo sino un centro de cultura con actividades diversas, con una voluntad de establecer un puente entre la universidad y la ciudad”, precisó Moneo, quien incidió especialmente en esta conexión entre el campus e Iruñea, que podría ir a más si se materializa el proyecto que el arquitecto navarro ha presentado al Ayuntamiento para construir una pasarela por la que se pueda acceder directamente desde Iturrama al museo.

El MUN nació a partir de la donación, en el año 2008, del legado de María Josefa Huarte Beaumont a la universidad privada. Una importante colección de arte abstracto que en su día fue el germen del intento fallido de crear un Centro de Arte Contemporáneo para la ciudad de Iruñea que iba a ubicarse en la Ciudadela. La colección se queda, como su propietaria deseaba, en Navarra, aunque finalmente en manos privadas, y de cara al futuro queda la duda de si la Universidad de Navarra recibirá ayuda pública para llevar adelante la actividad y la financiación diarias de su museo.

El legado artístico de María Josefa Huarte, que lucirá en las salas de exposición permanente ubicadas en la planta 0, se compone de medio centenar de obras pictóricas y escultóricas de los artistas más internacionales de la segunda mitad del siglo XX, como Picasso, Kandinsky, Chillida, Tàpies, Rothko, Palazuelo y Oteiza, entre otros. A esta notable colección pictórica hay que sumar el fondo fotográfico de la UN, que incluye la colección de José Ortiz-Echagüe, que llegó a la universidad en los años 80 y posteriormente se ha ido ampliando y enriquecido con nuevos proyectos de fotógrafos contemporáneos; a día de hoy el fondo consta de más de 10.000 fotografías y 100.000 negativos del siglo XIX hasta la actualidad.

Dotaciones. 14 salas de exposiciones, tres talleres, dos aulas, dos salas de proyección audiovisual, una biblioteca, un comedor privado, un restaurante con entrada independiente, cafetería y tienda.

Teatro-auditorio. Tiene 704 butacas (más 38 localidades de los palcos laterales). Acogerá eventos académicos, conciertos y funciones de teatro y danza.

2.370 leds. El 80% de la iluminación del museo utiliza el sistema led. Todos los focos (850) de la zona expositiva son de led.

Almacenes. Hay 2 tipos de salas de almacenaje: uno para material compacto fotográfico y otro para obras pictóricas de gran tamaño.

Manglano-Ovalle e Irijalba, en la inauguración. El artista madrileño Iñigo Manglano-Ovalle participará en el programa expositivo inaugural del MUN, en enero de 2015, con una instalación que creará expresamente para dicho evento. El navarro Carlos Irijalba será otro de los artistas presentes en la muestra de apertura en la que lucirán las dos potentes colecciones con las que surge el museo, las de María Josefa Huarte y el fondo fotográfico de la universidad.

107.000 visitantes el 1º año. El museo ha estimado que en el primer año de apertura recibirá a 107.000 visitantes. El cálculo se desprende de un estudio realizado por la consultora Deloitte en 2013.

Entrada: 4,50 euros. El precio de entrada al museo para el público general será de 4,50 euros.

Horario. El museo abrirá de martes a sábados de 12 a 19 horas (de 10 a 12 habrá visitas concertadas), y los domingos de 12 a 14 horas. Los lunes estará cerrado.