Vitoria - De la mano de Paraíso, Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud, el escenario del Beñat Etxepare, ubicado en el centro cívico Iparralde, vuelve a citarse un curso más con los estudiantes gasteiztarras de Educación Infantil, Primaria, ESO y ESPO para dejarse llevar por el teatro, Ocho espectáculos se desarrollarán desde principios de noviembre hasta mediados de mayo, aunque como es habitual en esta propuesta, las actividades con escolares y profesores llega mucho más lejos.
Se calcula que unos 20.000 alumnos y alumnas tomarán parte en esta vigésimo primera edición de un ciclo que, como todo, tampoco ha podido escapar estos últimos años de los efectos de la crisis, una merma de recursos que también afecta a la asistencia de público (que el mejor año ha llegado a 26.000 asistentes). No todo el mundo puede permitirse los 4,5 euros que cuesta la entrada, ni todos los centros pueden asumir los desplazamientos o la necesidad de personal de acompañamiento.
Aún así, los esfuerzos de la compañía de Abetxuko, que en este 2014 cuenta con un apoyo de 20.000 euros por parte del Ayuntamiento de Vitoria, no cejan por seguir apostando en pro de un programa que a lo largo de estas dos décadas de existencia ha contado con medio millón de espectadores.
Pero más allá de las cifras está la cultura. Marie De Jongh con Kibubu, Gorakada (Aladdin), Cascai (Hotot), Pikor (Triple Salto), Engruna (Posta Kodea) y el propio Paraíso (De todo corazón, El flautista mágico y Estrellas) darán forma y fondo a una programación que también contará, cuando en junio se haga la gala de entrega de los premios al público, con Panta Rhei (Astokillo) como broche especial.
La crisis, la corrupción política, la necesidad de la comunicación, los duelos de la juventud... son distintas las temáticas que se tratarán a lo largo de unos meses que, en realidad, ya han arrancado en septiembre con los cafés didácticos. Ésta es una de las actividades paralelas que se desarrollan en este programa, como la colaboración con la Escuela de Magisterio o la residencia de proyectos artísticos, como ayer recordó Pilar López, coordinadora de Paraíso.