MADRID. Esta pareja de enamorados en la ficción y con muy buen "felling" en la vida real (ni confirman ni desmienten su romance) viven un momento de felicidad. "¿Que cómo estamos? felices, imagínate que estuviéramos muertos de asco", ha bromeado en rueda de prensa el malagueño.

Tras el apabullante éxito de la película, con más de diez millones de espectadores en los primeros quince días, es muy posible que en el 2015, Dani Rovira vuelva a meterse en la piel del andaluz Rafa y Clara Lago, en el de la vasca Amaia, para rodar la segunda parte del filme. "Aún no nos han dicho nada, no hay fecha de rodaje", ha apuntado Lago.

Ambos viven un momento profesional muy dulce. Tienen nuevos proyectos profesionales, pero no desvelan nada, "están sin cerrar", aunque Rovira anuncia que en septiembre volverá con la segunda temporada de "B&B".

A pesar del auge de su popularidad, esta joven pareja no pierde la cabeza, continúan con los pies en la tierra. "Cuando surge el fracaso no me hago sangre, y cuando llega el éxito tampoco me vuelvo loco, soy moderado", apostilla Rovira, de 33 años.

Según la prensa extranjera, Clara Lago es la nueva Penélope Cruz de Hollywood, pero ella no se lo cree, se ruboriza. "Estas cosas me las tomo como un halago, voy paso a paso. Mi objetivo es trabajar allí, pero no el único, también me gusta Europa".

Para Rovira, el rodaje de este anuncio ha sido una experiencia interesante. "La publicidad es diferente al cine, los tiempos muy ajustados", ha dicho.

Con un poco más de experiencia en este campo, Lago explica que lo más complicado ha sido rodar a pantalla partida. "Primero rodó Dani y después yo. Y claro, él que es de meter morcillas, pues me robaba segundos". Y Rovira, entre risas, apostilla, "Sí, sí yo soy mucho de meter morcillas".

Cuando se les pregunta qué destacarían el uno del otro, Lago dice de Rovira que es "un gran profesional, con un punto creativo muy chulo".

Y el andaluz, además de destacar de su compañera su "generosidad", también dice de ella, en tono jocoso, que es "morena, muy amiga de sus amigas y que les gustan las cosas buenas, no las malas".

Rovira apunta que vive la fama con normalidad, pero que a veces se ha sentido abrumado por la prensa del corazón apostada a la puerta de su casa.

"Reconozco que todo el mundo tiene que comer, pero la verdad es que me hubiera gustado, que la prensa del corazón en lugar de observar cómo subía la compra, me hubieran ayudado con las bolsas. Ninguno me habéis echado una mano", cuenta con ese humor fresco e ingenuo que le caracteriza.

Sin embargo, Lago se muestra más firme con la prensa rosa: "Sé que es un trabajo, pero no comparto que jueguen con las emociones de la gente".