madrid - Fundador del arte pop, Richard Halmilton estudió una amplia variedad de temas que le llevaron a crear una pluralidad de mundos que el Reina Sofía reconstruye en la más extensa retrospectiva organizada sobre el artista británico. El propio Hamilton, poco antes de morir, en septiembre de 2011, participó en el diseño de la muestra junto a los comisarios Vicente Todolí y Paul Schimmel y, salvo por tres obras que finalmente no han viajado a Madrid, “esta sería la exposición que él hubiera querido”, según la viuda del artista, Rita Donagh.
Las grandes salas de la 3ª planta del Reina Sofía, divididas en habitaciones, son el espacio más idóneo para mostrar la pluralidad y complejidad de la obra de Hamilton, quien para esta exposición permitió que se reconstruyera por primera vez desde que fue creada en 1951 Growth and Form. Doscientas setenta piezas recorren más de 60 años de trabajo, desde sus inicios en los 40 hasta algunas de las obras que hizo antes de morir, como Shock and Awe (2010), en la que retrata a Tony Blair como pistolero de western. El trabajo de Hamilton partía de la observación y de la colaboración con otros artistas y tuvo en Marcel Duchamp su gran referencia. “A partir de esta relación nos damos cuenta de la importancia que le daba a la yuxtaposición de imágenes y al lenguaje”, comentó el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel. En la exposición se han reconstruido siguiendo los archivos de Hamilton Lobby, an Exhibit; This is Tomorrow y Man, Machine and Motion, esta última propiedad del museo, recordó Borja-Villel. Esta reconstrucción de las instalaciones es la estructura central de la muestra, indicó Vicente Todolí, quien destacó la gran importancia de Growth and Form, una obra histórica, muy avanzada a su tiempo, en la que se pueden ver el interés del creador por el mundo científico y por el artístico. - M.T.