Aunque poco tienen que ver entre sí, en muy pocos días los tres espacios expositivos que la Obra Social de Caja Vital tiene en el centro de la capital alavesa parecen haberse puesto de acuerdo para presentar sus últimas ofertas de cara a la entrada del verano. La primera en ponerse de largo fue, el pasado jueves, la sala Luis de Ajuria con la muestra que sirve para conmemorar los 75 años de trabajo de la Agencia Efe. La segunda fue la Sala Fundación, donde más 2.000 piezas se han puesto al servicio de la celebración de los 50 años del archivo Sancho el Sabio. Y este pasado lunes, el turno le correspondió a la sala Araba con la propuesta Identidades pictóricas, que se podrá visitar hasta el 9 de julio.
La exposición supone un nuevo encuentro entre este espacio y la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. En concreto, en esta ocasión, el camino se comparte de la mano de los alumnos del máster en pintura. “Variedad y compromiso pictórico son las principales características” de la cita, según explica Caja Vital. La muestra “ofrece diversidad de temas y estilos (desde el realismo a la abstracción, pasando por retratos, ensoñaciones figurativas, formas oníricas, o escenas de un anacronismo encantador), tratados con técnicas y procedimientos también diferentes”.
En sus propias palabras, Gaya Gianardi (diplomada en la Academia de Bellas Artes de Bine, Milán), plantea “un enredo de signos que juegan entre sí hasta crear formas que pertenecen a la naturaleza”, mientras Félix Macua, licenciado en la UPV, introduce “dibujos infantiles, ligeramente modificados, en un contexto multicolor muy saturado, unas veces abstracto y otras con formas geométricas, en busca de resultados inquietantes”. La también licenciada por la UPV Maite Petralanda, apunta sobre su obra que “lo que quiero es pintar, mezclar colores, plasmar la luz, crear formas, y como tema, quizá por deformación profesional (médico) me encuentro casi siempre con la figura humana”.
Yuan Rounan, diplomada en la Capital Normal University de Pekín, relata que “juego con el anacronismo de colocar personajes de la pintura tradicional china en las calles de las ciudades vascas para obtener un efecto de ilusión y sueño”. Por su parte, Nerea Unanua, licenciada en la Universidad de Salamanca, describe que “trabajo sobre la problemática de la pintura abstracta con un aspecto expresionista y colorista”. Para finalizar, Txaro Uriarte, licenciada en la UPV, plantea tanto “una exaltación de la naturaleza salvaje” como un “juego de vivir nuevas experiencias a través del disfraz”.