Vitoria - Hace nada que acaba de ver la luz su nuevo disco, King for Disposal, aunque la presentación oficial ante el público y posterior gira esperarán a septiembre. Lo más inmediato es un Azkena Rock Festival donde desplegar su sonido metalero, haciéndolo además en su propia casa. Unai (voz) y Oier (batería) hablan de éstas y otras cosas mientras Cynthia, Iñaki (guitarras) e Imanol (bajo) justo llegan para las fotos. Ya se sabe, las obligaciones mandan. No hay problema.

Un festival como el Azkena, el escenario grande, los primeros en actuar...

-Oier: Es un festival grande en este país.

-Unai: Igual por ser nosotros de aquí lo magnificamos un poco más y por eso es más especial pero...

-O.: Sí, pero al final han tocado muchas bandas como Kiss, Bad Religion, Slash... que son grandes. Puede que ahora haya festivales como el Resurrection o el Leyendas, pero eso no quiere decir. Es un orgullo compartir cartel con un grupo como Scorpions, por ejemplo.

-U.: Aunque nosotros toquemos metal somos fans de los grupos de siempre.

Será un concierto corto, de una media hora, que ¿cómo se han planteado?

-U.: La intención es que sea lo más intenso posible porque al final es un tiempo limitado y es una cuestión más de intentar mostrar lo que somos que otra cosa. Se trata de aprovechar cada segundo al máximo posible. Seguramente haremos como unos seis temas.

-O.: En el Villa de Bilbao, que el tiempo era parecido, pudimos hacer siete canciones, pero bueno tampoco nos queremos pillar los dedos.

En el Azkena, después de 13 ediciones, se ha visto de todo pero un grupo de metal como el suyo tampoco es nada habitual. ¿Qué recibimiento esperan?

-O.: Sólo tienes que leer los foros (risas). Ahí nos hemos encontrado...

-U.: Bueno, pero eso es normal, para gustos los colores.

-O.: Siempre está el viejo rockero al que le gustan las nuevas tendencias, así que habrá de todo, a los que les gustemos y quienes dirán: vaya puta mierda de grupo. Bueno, que a primera hora ya veremos cuántos vienen a vernos.

-U.: Los que conocemos ahí van a estar.

-O.: Pero esos ya están ganados, son fans (risas).

De esa gente cercana, seguro que unos cuantos les han visto actuar en sitios pequeños y en todo tipo de condiciones, y ahora llega una oportunidad que es diferente.

-U.: Se han alegrado mucho porque, como dices, nos han visto tocar en bares pequeñitos, nos han visto empezar, dar los primeros pasos y... ahora tocas en el Azkena. Hay un montón de amigos a los que vernos tocar allí les hace muchísima ilusión.

-O.: Yo tengo un amigo que lo conozco desde hace mucho, que podría ser casi mi padre, y hace poco estuve con él dándole una copia del nuevo disco y me decía: quién te iba a decir hace diez años cuando estábamos trabajando en la misma fábrica que ibas a tocar en el Azkena. Y le respondí: pues te hubiera pegado un tortazo. Él es un fan del Azkena y ahí va a estar. La verdad es que es mucha ilusión para todos.

Por cierto, ¿mucha presión?

-U.: Nervios vamos a tener hasta el inicio del concierto, eso seguro. Pero bueno, una vez que todo empiece a rodar, te quitas la presión de encima.

-O.: Es que puestos a pedir, hubiese sido mejor tocar a las ocho de la tarde y en la carpa, que ahí está la gente más junta y a esa hora ya está también un poco más alegre (risas).

-U.: Si conseguimos empezar a animar a los que estén presentes, pues objetivo cumplido.

La actuación en el ARF llega cuando hace nada, además, han publicado su segundo disco, 'King for Disposal', en el que el público se va a encontrar...

-U.: Dentro del metal más cañero, vamos a encontrar matices bastante amplios.

-O.: No queríamos hacer un disco pesado, en el sentido de que muchos nos tachan de metalcore, entendiéndolo como un estilo que se repite mucho aunque haya mucha técnica y explosividad. Yo entré hace un año en la banda y desde el principio quise darle un toque más personal, es decir, otras cosas. El grupo ha hecho un disco que, por decirlo así, no aburre, donde la segunda canción es completamente diferente a la primera y así sucesivamente. No es un disco encerrado a un estilo, sino que es más abierto, donde te vas a encontrar cosas de death metal, thrash metal...

-U.: Al final, muchos grupos intentan buscar la fórmula de la Coca-Cola y acaban siendo un plagio de otros. Termina habiendo muchas bandas parecidas. Pero como nosotros tenemos influencias muy variadas, no nos cerramos a nada y si algo nos gusta, adelante.

Pero alguien se lo lleva a casa, lo pone y tiene que pasar que...

-O.: Uff, según. Es que hay canciones, como por ejemplo Who pulls the trigger, y me dan ganas de destruir la casa (risas), pero poner March te pide estar tranquilo en el sofá.

-U.: Sí, aunque es cierto que, al final, te gustaría que a la gente le incite a soltar adrenalina, que después venga a un concierto a disfrutarlo, a moverse, a sudar.

-O.: Que vivan los temas como quieran, eso es lo fundamental.

¿Cómo ha sido la grabación?

-U.: En el anterior trabajo ya contamos con Iker Bengoa para grabar y hemos querido repetir. La verdad es que han sido muchas horas, pero al final si quieres que algo salga bien, tienes que dedicarle mucho tiempo.

Y compaginarlo todo con trabajos, familias, amigos...

-U.: Pero bueno, nos gusta. Es un sacrificio que lo disfrutas.

-O.: Se suele decir que quien quiera peces que se moje el culo, ¿no? pues nosotros al río.

Una entre cuatro. ¿Y eso cómo se lleva?

-O.: En este grupo la oveja soy yo, no creas (risas).

-U.: Con Cynthia solemos tener que aguantar el cliché de que la gente siempre piensa cuando ve a una mujer en un grupo que es la cantante. Y ella está siempre en la pelea de que las chicas también tocan. En este estilo, además, es muy raro encontrarte con mujeres que toquen, como es el caso, la guitarra.

¿Después del ARF?

-O.: Vacaciones (risas).

-U.: Sí, la presentación más normal, si se quiere decir así, del disco la haremos hacia septiembre. Y después, hacer una pequeña gira.

¿Qué esperan que les puede aportar, de cara a esos planes futuros, el paso por el Azkena? ¿Más promoción, tal vez?

-U.: Puede ser que nos tengan algo más en cuenta.

-O.: Es un paso adelante tocar en un festival de estas dimensiones.

-U.: Pero no sabes qué puede pasar.

-O.: Además, no es un festival donde haya mucho metalero. Pero bueno, lo que venga después del Azkena será sorpresa y bienvenido, por supuesto.

-U.: También es una cuestión de suerte...

-O.: Unai, que nos va a fichar el manager de Scorpions (risas).

Ya que hemos vuelto al festival. ¿Qué les apetece ver?

-O.: Unida, lo que pasa es que es bastante tarde, después de Scorpions y no sé yo cómo voy a estar (risas).

-U.: Yo tengo especial interés en ver a Wolfmother y Scorpions. Y no me importaría ver a Blondie, que seguro que termina siendo un rollo bastante animado (risas).