vitoria- Dani Martínez no renuncia a ninguna de sus facetas, actor, presentador e imitador; un tres en uno que le va como anillo al dedo y que intenta bordar en cuanto tiene ocasión. Con la serie Aída ya terminada, dice que no es tan caradura como Simón, pero reconoce ser un poco jeta.

¿Qué ha supuesto estar en 'Aída' para usted?

-Para mí, todo. Es el proyecto más grande de mi carrera y va a ser difícil de superar.

¿Tiene algo que ver con Simón?

-Sí, que tenemos el mismo físico. Poco más.

¿Es un caradura como él?

-Hombre, algo de jeta tengo, pero tanta como éste es imposible.

¿Cómo empezó en el mundo del espectáculo?

-Pues en el colegio, en radios universitarias... te va picando y al final decides que te quieres dedicar a ello. A mí me ha salido bien, pero ha sido muy duro.

¿Actor o presentador?

-Ahora actor.

¿Recuerdos de Esperanza Sur?

-Todos muy buenos. Yo era fan de esta gente antes de llegar, por lo tanto llegue allí como un fan más que los veía por la tele. Eso sí, aguanté mis ansias.

¿Se asemeja este barrio a alguno en el que haya vivido?

-El barrio donde vivía en León, Armunia, también era humilde. Allí se compraba en la tienda del barrio y teníamos nuestro bar.

¿Tiene predilección por algún personaje de la serie?

-Mauricio Colmenero y Barajas me tienen muy ganado los dos.

¿Veía 'Aída' antes de trabajar en ella?

-Sí, por supuesto. ¿Quién no? Esta serie forma parte de la historia de la televisión.

Un chico de León, no renuncia a ello nunca, en Madrid. ¿Cómo se siente?

-Al principio se te hace enorme todo, pero poco a poco me he hecho a la ciudad y estoy muy cómodo. Eso sí, una vez al mes me escapo a León.

¿Ha dejado de ser de pueblo para convertirse en capitalino?

-Nunca, cuando naces en un pueblo mueres siendo de pueblo.

¿Qué es lo que más echa de menos de Astorga, de León?

-Mi gente y la buena comida. Pero por eso una vez al mes me obligo a pasarme por mi tierra.

¿Le ha sabido a poco el tiempo que ha estado en 'Aída'?

-He grabado treinta capítulos, casi tres temporadas de una serie normal. Me hubiera gustado grabar cien, pero no me puedo quejar.

¿Qué otros proyectos tiene entre manos?

-Mi gira y la radio. Ahora mismo con eso quiero llegar hasta verano y luego descansar.

¿Algún personaje al que se le dé mejor imitar que a otros?

-Con Boris me meto mucho en el papel, la verdad.

¿Cómo empezó a imitar voces?

-Con 9 años, imitando a los personajes de Ángel Garó.

Supongo que en su colegio sería el amo imitando a profesores.

-Claro que sí, y más de un castigo me costó la gracia.

Si hace balance de su vida profesional ¿qué es lo que más pesa?

-Aída ha sido lo más grande que me ha pasado, pero Tonterías las justas fue el antes y después de mi carrera. Sin olvidarme de Pilar Socorro, que me trajo de León a RNE cuando no era nadie.

Se comenta que mantiene sus costumbres incluso para cortarse el pelo y se va a León, que no deja que nadie en Madrid le toque la cabeza.

-Ja, ja, ja. Que buena información. Para mí es obligatorio cortarme el pelo con José en León, es mi gurú.