MADRID. El director, fallecido poco antes de las nueve de la mañana, había tenido una actividad incansable hasta el pasado 15 de marzo, cuando sufrió un vahído mientras dirigía a la Sinfónica de Washington, en el Kennedy Center de la capital estadounidense.

Frühbeck empezó a mostrar signos de cansancio a las dos horas de dirigir y cuando faltaban diez minutos para que concluyera "Pini di Roma", de Respighi.

Se apoyaba cada vez más en la barandilla del podio y pareció que se iba a caer, aunque consiguió recuperarse y concluir, ya sentado, la pieza, y luego levantarse para recibir la ovación del público.

Al regresar a España se puso en manos de su hija y de su hijo, ambos médicos, que determinaron su ingreso en la Clínica Universitaria de Navarra, donde ha estado ingresado desde el 13 de abril.

El 4 de junio, fuentes próximas a la familia informaban a Efe de que el director se retiraba a consecuencia del proceso canceroso que sufría.

La capilla ardiente quedará instalada en el tanatorio de la Clínica Universitaria, en la que los restos de Frühbeck de Burgos serán velados "en la más estricta intimidad", según expreso deseo de la familia.

El director de orquesta será enterrado mañana, con toda probabilidad en el panteón familiar del Cementerio de Burgos, junto a sus padres, también en una ceremonia íntima, tal y como él deseaba.

Frühbeck de Burgos, nacido como Rafael Frühbeck Frühbeck en la ciudad de la que tomó el apellido el 15 de septiembre de 1933, está considerado como el director de orquesta español con mayor prestigio internacional desde Ataúlfo Argenta, y en la actualidad era titular de la Orquesta Sinfónica de Dinamarca y director emérito de la Orquesta Nacional de España.