La actualización del Polo estará en los concesionarios en un par de meses. Hace tiempo que Volkswagen asumió que su compacto estaba condenado a vivir a la sombra del Golf. La casa alemana ya no se empeña en desmentir que es una réplica a menor escala del emblemático modelo. De hecho, la próxima remesa fomenta y rentabiliza esa relación, que queda aún más patente en el diseño. El nuevo Polo acompañará en mayo el cambio de facciones y de decorado con una gama de motores más eficiente y con generosas dotaciones de seguridad y confort. Será, por tanto, más valioso; probablemente, también un poquito más costoso.
El Polo se echa a la cara el estilo de su carismático hermano mayor. Acentúa el parecido modificando con sutileza el frontal, operación que persigue una sensación de tridimensionalidad. En ese mismo trance altera la forma de las ópticas posteriores y los trazos de los flancos. La ambientación interior incrementa su ergonomía incorporando una configuración de salpicadero diferente y heredando el volante de tres radios del Golf.
Al igual que este, el Polo amplia de dos a tres sus niveles de acabado y dotaciones (Edition, Advance y Sport). El constructor germano pertrecha a su compacto (sigue ocupando 3,97 metros al aparcar) con innovadores recursos de bienestar y asistencia a la conducción. El vehículo sale ahora de la factoría con faros de alta intensidad, dirección electromecánica y sistema de frenado anticolisiones. Entre los complementos a su alcance figuran recursos como el chasis 'Sport Select', con amortiguadores electrónicos que permiten seleccionar un tacto de conducción más deportivo. Otro elemento interesante es el sistema de control del entorno 'Front Assist'; consta de asistente de frenada de emergencia automática en ciudad, sistema de regulación de la distancia al coche precedente, cámara de visión trasera y detector de fatiga. La edición inminente del Polo también propondrá dispositivos avanzados de comunicación, conectividad y navegación.
Volkswagen reordena la oferta motriz al servicio de este coche, que asume los ajustes pertinentes para cumplir los requerimientos medioambientales de la norma Euro VI. Debuta planteando siete motorizaciones, cuatro de gasolina (1.0 MPI con 60 y 75 CV, además de 1.2 TSI de 90 y 110 CV) y tres turbodiésel (1.4 TDI de 75, 90 y 105 CV). Todas ellas equipan sistemas Start/Stop y de recuperación de la energía de frenado para fomentar el ahorro y atenuar la contaminación. Más adelante irán engrosando la plantilla nuevas variantes. Una será la BlueGT, animada por un TSI de 150 CV asociado al sistema ACT, que desconecta dos de los cuatro cilindros para ahorrar cuando no es necesaria su aportación de energía; requiere al menos 4,7 litros a los cien y expele 108 g/km de CO2. Tampoco faltará a la cita la habitual interpretación deportiva GTI, que incrementa su rendimiento de 180 a 192 CV.