MADRID. "La mayoría de nosotros, si tenemos suerte, llegamos a un momento en el que nos damos cuenta de que tenemos que empezar a vivir", afirma a Efe la autora (Londres, 1969), quien presenta la historia de Will, un hombre que, tras un accidente que le deja tetrapléjico, empieza a recibir la asistencia de una joven, Louisa, que está dispuesta a cambiar su forma de ver el mundo.

Ya sea por su tono vitalista o por hablar de temas que la sociedad arrincona a la categoría de tabú, como la eutanasia, la novela, editada en España por Suma de Letras, se ha convertido en un superventas, que ya cuenta con tres millones de lectores en todo el mundo.

Este éxito, que para Moyes se traduce en la satisfacción de que "está escribiendo libros que la gente disfruta", supone también la amplia difusión del mensaje que la autora buscaba transmitir: "No juzgar las decisiones de alguien hasta saber con exactitud qué es lo que le ha llevado a ellas".

El auge de los "medios sociales" facilita la creación de juicios rápidos, según la escritora, pero lo que a veces se necesita realmente es "pararse y escuchar", sobre todo en un tema tan espinoso como la eutanasia, que involucra el concepto de "calidad de vida".

"La ciencia médica está evolucionando muy rápido, y mantenemos viva a la gente mucho más de lo esperado, pero todavía no hemos resuelto bien cómo dar calidad de vida a aquellos que sobreviven", reflexiona Moyes.

Alrededor de esta idea brotó la narración, que además estuvo motivada por dos casos extraídos de la vida real: el de dos de sus familiares, que necesitaban estar bajo cuidado las 24 horas, y el de un joven tetrapléjico y antiguo deportista, que apareció en las noticias cuando pidió a sus padres que le llevaran a la asociación Dignitas, para acabar con su vida.

Reconoce que no guarda un punto de vista claro respecto a la muerte asistida -"cambia cada día, solo espero que nunca tenga que tomar esa decisión"-, y lo único que defiende a través de las páginas es el "ponerse en la piel del otro", tanto en este aspecto como en las dificultades que día a día padecen quienes sufren algún tipo de discapacidad.

Barreras físicas pero también sociales, porque "mucha gente sencillamente no sabe cómo hablar con alguien que es diferente", indica la autora, que aprovecha para denunciar la "condescendencia" diaria con la que lidia alguien que se encuentra en una silla de ruedas.

"Yo antes de ti" saltará a la gran pantalla próximamente, gracias a una adaptación en la que ya está inmersa la directora Thea Sharrock, con quien Moyes dice estar trabajando "muy de cerca".

"En lo que llevamos hasta ahora, se está viendo que compartimos la misma visión hacia el libro", reconoce la autora, que se resiste a desvelar detalles sobre el reparto, aunque adelanta que "las negociaciones con los actores ya están en marcha".