son conocidos y alabados los documentales que La 2 emite diariamente contándonos vida, obra y milagros de fauna multitudinaria que puebla los cinco continentes y que profesionales del documental saben trasladar con eficacia narrativa hasta los televidentes que pocas veces, se quedan impasibles ante escenas de la vida natural que fluyen con poderoso ritmo.

Uno de los más excelentes productos que se nos ha ofrecido en los últimos días estaba dedicado al río africano Masái Mara con el significativo título de El río de la muerte y nos cuenta en poco más de sesenta minutos la lucha por la supervivencia y alimentación de varios animales que pueblan el citado ecosistema. La pelea a muerte entre, ñúes, cebras de Thompson y cocodrilos construye un argumento televisual que hace las delicias del espectador o creando momentos de tensión por la dureza de escenas de caza y exterminio. Localizaciones de Kenia y Tanzania sirven de marco físico para desarrollo del argumento construido por los naturalistas en base a sus conocimientos e investigaciones con acertado montaje, que se apoya en la ficción para recrear la vida animal, a través de las tomas seleccionadas para ajustarse al argumento predeterminado.

El montaje de las escenas captadas en el mundo real conforma una "historia" con acentos trágicos in crescendo para atraer al espectador y meterlo en el meollo de las secuencias elegidas. La sabana africana se muestra generosa en los avatares de la vida de animales, de aves a mamíferos, y todos ellos muestran indefectiblemente la lucha por la vida ante la sequía, tala del bosque, lluvias torrenciales o gigantescas migraciones con un eje central en la exposición visual, los meandros y ruta del Masái Mara, que significa la vida. Antológicas escenas como el necesario cruce del río quedan como referencias excitantes como de auténtica película.