Viena - El triunfo de Conchita Wurst en Eurovisión ha traspasado las fronteras de lo musical y ha avivado el debate sobre los derechos de los homosexuales en Austria, hasta el punto de que parte del Gobierno quiere empezar a legislar ya sobre temas como la adopción o el matrimonio gay.
De momento, Conchita, el alter ego de Tom Neuwirth, un cantante homosexual de 26 años, ha logrado que cale el mensaje de tolerancia y respeto que su apellido artístico proclama (da lo mismo, en alemán austríaco). Tanto, que la cantante será recibida con todos los honores este domingo por el mismísimo canciller federal, el socialdemócrata Werner Faymann, y ofrecerá luego un concierto gratuito al aire libre frente a la Cancillería, la sede del Gobierno austríaco.
aprovechar la ola El partido socialdemócrata SPÖ, que gobierna junto con los democristianos del ÖVP, quiere aprovechar el triunfo de Eurovisión para presionar a sus socios a que accedan a una serie de reformas legales que mejoren la situación de los homosexuales en el país. El SPÖ plantea tres cuestiones: la adopción de niños por parte de parejas homosexuales; el derecho a la fecundación artificial para mujeres lesbianas; y la equiparación legal completa de las parejas de hecho con los matrimonios convencionales. - Antonio Sánchez Solís