La película Ocho apellidos vascos está batiendo records de taquilla gracias a un humor que se carcajea de la esencia de los estereotipos euskaldunes, incluso de los tópicos ligados al conflicto vasco y a la izquierda abertzale. Este filme sigue la estela de la serie televisiva Vaya semanita, que se estrenó en el año 2003 en ETB. Y uno, ante lo que parece ser un éxito repentino y novedoso del chiste ligado a nuestra capacidad para reírnos de nuestra esencia identitaria, no deja de recordar que esto no es nada nuevo. Pues muchos años atrás, desde su fundación en 1987, la revista de cómic humorístico TMEO ya se mofaba de ello. Se mofaba, y lo sigue haciendo. Y nosotros, reíamos ¿y reímos? con ellos. Ya en 1995 la portada del número 34 del TMEO llevaba por título Nuevo cine vasco. En ella se podía ver a la Ertzaintza grabando en vídeo en fiestas de San Fermín a una pareja de vascos haciendo el amor escondida entre los setos. En el número siguiente, unos guardias civiles juegan al futbolín y varios de ellos gritan enfebrecidos GALLLL. En el 26, la portada refleja una batalla campal entre la kale borroka y la policía, llevando por titular Jóvenes pero sobradamente preparados. En el número 56, en el año 2000, el slogan de la página frontal dice Eta deja las armas. La escena transcurre en un descansillo de una escalera. Un joven vecino le está pidiendo a otro, que aparece encapuchado, que le deje un arma. El etarra responde: "Sí tome, que ya no las uso". El chaval añade: "¿Granadas le quedan?". "Ya voy a mirar", sentencia el terrorista. Podríamos seguir y seguir enumerando docenas de portadas similares. Y, sorpresivamente, hablamos de una revista que siempre se ha vendido espléndidamente en Euskalerria, adquirida en garitos abertzales, muchos de ellos. Constatándose así que el fenómeno de reírnos de nosotros mismos, incluso de los asuntos que más conflictos han generado en la sociedad vasca, no es algo nuevo.
Pero a diferencia de Ocho apellidos vascos el humor del TMEO es mucho más ácrata, ácido e incómodo. También es verdad que esta publicación de humor ha arremetido contra las políticas generadas por el gobierno central con la misma sarcástica virulencia. O incluso con más énfasis si cabe. Como aportando una de cal y otra de arena. Por poner un ejemplo, en diciembre del año 2000, podemos leer el titular del TMEO sentenciando: Garzón detiene al Athletic de Bilbao. Y podemos observar a la Policía Nacional, que aparece encapuchada, introduciendo a los jugadores de este emblemático equipo de fútbol vasco en coches policiales. O, por poner otro, en el 2003, el número 76 lleva por titular en su portada Lotería de Navidad en Euskadi. Aparecen dos guardias civiles realizando un sorteo de Navidad. Uno de ellos canta: "Fulanito Arruabarrenaaaa". Y el segundo responde: "? otro que va pa la trenaaaa". Y si quieren una última muestra de esto que estamos hablando, cómprense el último TMEO: el 126.