El príncipe Enrique, nieto de la reina Isabel II, y Cressida Bonas han puesto fin "inesperadamente" a su relación por una disputa sobre un billete de avión de 650 libras (790 euros), según The Daily Telegraph. Enrique, de 29 años y cuarto en la línea de sucesión al trono, y Cressida, de 25, tenían planeado un viaje a EEUU con motivo de la boda de Guy Pelly, amigo del príncipe. Cressida, que tenía que pagar las 650 libras de su bolsillo, decidió hablar al príncipe sobre el futuro, ya que no quería pagar la tarifa si su relación no llegaba a prosperar, según el matutino. La conversación concluyó con la decisión de la pareja de "seguir por caminos separados", después de dos años de relación, pese a que los amigos cercanos están convencidos de que los dos "se arrepentirán", señaló el diario. "Es muy triste, han decidido separarse de forma amigable, han decidido cada uno recorrer su camino", apuntó una fuente cercana a la pareja que citan los medios británicos.

Cressida Bonas, que trabaja en una empresa de mercadotecnia en Londres, continuará con sus estudios de danza. Amigos de la pareja han sugerido que el fin de su relación podría ser sólo "una pausa para tomarse un respiro", lo que podría significar una futura reconciliación. The Telegraph compara a Enrique y Cressida con el príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge, que se separaron durante algunos meses en 2007.

Enrique, que conoció a Cressida en 2012 -cuando fueron presentados por la princesa Eugenia, hija del príncipe Andrés y muy amiga de Cressida-, había reconocido ya sus dificultades para encontrar una pareja que esté dispuesta a asumir el papel de princesa. Al parecer, Cressida Bonas tampoco disfrutaba la constante atención mediática que suponía ser la novia del nieto de la reina Isabel II de Inglaterra y de los crecientes rumores de boda. Desde aquella fecha, ambos han sido vistos en varias ocasiones en público y en octubre de 2013 pasaron un fin de semana en la finca real de Sandringham, propiedad de la Reina, según la prensa. A principios de marzo, Cressida Bonas acompañó e Enrique a un evento de una organización benéfica en el estadio londinense de Wembley, lo que se consideró como la primera ocasión en que la novia del príncipe le acompañaba a un acto oficial.