Londres - El actor británico Bob Hoskins, conocido por películas como ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y El largo Viernes Santo, murió la pasada noche del martes los 71 años a causa de una neumonía. El actor, que fue candidato a un Oscar por el filme Mona Lisa en 1987, por el que ganó un premio de cine británico Bafta, se había retirado del mundo del espectáculo en 2012 después de que los médicos le diagnosticaran la enfermedad de Parkinson.

Bob Hoskins se convirtió en un rostro habitual en la gran pantalla por encarnar tanto a personajes con un lado oscuro como a tipos amables en cintas familiares aptas para todos los públicos. Nacido en el condado inglés de Suffolk el 26 de octubre de 1942 después de que su familia dejara Londres por los bombardeos de la II Guerra Mundial, el intérprete había abandonado el colegio a la edad de 15 años. Actor "por accidente", según él mismo declaró alguna vez, y antítesis del clásico galán, fue a finales de los 60 cuando Robert William Hoskins comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación sobre las tablas de un escenario teatral. De hecho, su vocación teatral lo convertiría en uno de los veteranos de la Royal Shakespeare Company.

No obstante, su nombre adquirió una nueva dimensión en la industria gracias a su contribución en cintas británicas como El largo Viernes Santo (1980), de John MacKenzie; Dulce Libertad (1986) o la aclamada Mona Lisa (1986). Pero a Hoskins se le recuerda también por sus actuaciones en Super Mario Bros (1993), en la que intervino sin ni siquiera saber que se basaba en un vídeojuego, o en la popular película ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (1998), un clásico en el mundo de la animación, dirigida por Robert Zemeckis y producida por Spielberg. Su papel de detective Eddie Valiant fue su primera incursión para la audiencia estadounidense, donde la maestría con la que Hoskins fingió un conseguidísimo acento americano llevó a muchos críticos, que hasta entonces no le conocían, a asumir que era originario de ese país.

Además, Hoskins trabajó como guionista y llegó a ponerse detrás de la cámara para dirigir proyectos como Rainbow (1995) o El enigma del hechicero (1988), ambas interpretadas por él mismo. El Festival Internacional de Cine de San Sebastián le otorgó el Premio Donostia en 2002 y tres años después intervino en la cinta Desencadenado con el artista chino Jet Li, donde compartió cartelera con Morgan Freeman.